«El Ejército chileno asumió no ser heredero de un Gobierno militar»

INTERNACIONAL

El general fue el encargado de hacer frente a la responsabilidad de los militares chilenos en las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura

25 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

A Juan Emilio Cheyre le tocó asumir públicamente la responsabilidad del Ejército de Chile en las violaciones de los derechos humanos que se produjeron durante la dictadura de Pinochet. El que fue comandante en jefe durante 5 años, es ahora un militar retirado y está involucrado en el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile. Estos días, Juan Emilio Cheyre asiste a los Encontros de Mondariz-Balneario , de la Fundación Carlos Casares, que terminan hoy después de tres días de ponencias y debate sobre el futuro de América Latina.

-¿Está integrado el Ejército en la nueva realidad chilena?

-Absolutamente. Los procesos de transición son graduales y tienen diferentes fases para las instituciones que han vivido un tiempo de excepcionalidad. Chile vivió esa excepcionalidad cuando las Fuerzas Armadas fueron parte del Gobierno. No es propio que los ejércitos en democracia ejerzan el poder político y, por lo tanto, desde que vuelve la democracia, el Ejército vuelve a la normalidad democrática.

-¿Cómo recibió el Ejército su reconocimiento de la responsabilidad de la institución en las violaciones de los derechos humanos?

-A mí no me gustan los roles protagonistas porque los procesos nunca son de una sola persona. Para dar aquel paso, yo tenía que contar con el apoyo del alto mando y de los militares. Lo que usted manifiesta fue lo que asumió el Ejército de Chile, la responsabilidad en los hechos del pasado, de aquellas cosas que fueron ilícitas. También asumió el Ejército no ser heredero de un Gobierno militar. Los gobiernos militares empiezan y terminan, no deben prolongarse. Independientemente de que nosotros hayamos sido parte -y yo he sido parte- del Gobierno militar, el prolongar esa situación es malo, porque el Ejército debe tener el apoyo de toda la sociedad.

-¿Ayudó la desaparición de Augusto Pinochet en este proceso?

-Simbólicamente, porque el general Pinochet había dejado de ser un actor relevante y, desde que entregó el poder, nunca se entrometió en las decisiones de los mandos. Yo nunca recibí una presión de su parte. Ahora, simbólicamente, era un personaje que estaba ahí.

-¿Cómo ocurrió el golpe militar de 1973?

-Las Fuerzas Armadas de Chile actuaron en 1973, pero no como un clásico golpe en el que un grupo de militares quiere adueñarse del poder. En Chile -y esto no es para justificar el período militar, sino para entenderlo en su dimensión- la acción militar se produce por llamada del Parlamento y del Tribunal Constitucional, porque la democracia en nuestro país la perdimos todos los chilenos. Había una crisis política que no fue controlada, ni por el Gobierno, ni por la oposición, y ambos trataron de involucrar al Ejército en la política. Y acabó ocurriendo. Pero se trata de una situación de anormalidad que termina de modo que, gradualmente, se vuelve a la normalidad actual.