Las facciones rivales libanesas intentan cerrar la crisis política

Kathy Seleme

INTERNACIONAL

17 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En medio de serias divergencias en temas claves que afectan a la defensa del país, los líderes políticos libaneses reanudaron ayer un diálogo interrumpido en el 2006 y que busca resolver una crisis que se arrastra desde hace tres años. «El éxito [de la reunión] es una obligación», afirmó el presidente libanés, Michel Suleimán, en la reapertura de las conversaciones, que pretenden cerrar un conflicto político que en mayo estuvo a punto de llevar al país a una nueva guerra civil.

El único ausente de los 14 principales lideres libaneses convocados a la reunión, de la mayoría gubernamental y de la oposición, fue el líder chií de Hezbolá, jeque Hasán Nasralá, que por motivos de seguridad fue sustituido por el jefe de su grupo parlamentario, Mohamed Raad.

Definir el esquema de la futura defensa del Estado es uno de los temas mas polémicos. «El diálogo debe adoptar una estrategia que proteja al Líbano, basándose en nuestras Fuerzas Armadas, y beneficiándose de los recursos y capacidades de la resistencia [Hezbolá]» contra Israel, afirmó Suleimán.

Visita de Moratinos

El inicio del diálogo coincidió con la visita de Miguel Ángel Moratinos a Beirut y a la base española Miguel de Cervantes, en Maryayún, donde están desplegados unos 1.100 soldados españoles dentro de la misión de paz de la ONU (Finul). El ministro de Exteriores anunció que los primeros nuevos vehículos blindados adquiridos por el Gobierno llegarán a finales de diciembre al Líbano. Antes, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, le garantizó que el nivel de seguridad de las tropas españolas es mayor que en períodos anteriores.