El juicio contra Gorki Águila, líder de una banda de rock crítica con el Gobierno, concluyó la noche del viernes en La Habana con la liberación del músico, que fue multado con 600 pesos (16 euros) por el cargo de «desobediencia» en lugar del anunciado «peligrosidad social predelictiva». «Gorki, Gorki», gritó un grupo de amigos a la entrada y salida del músico del tribunal municipal de Playa, en el oeste de La Habana, donde fue juzgado el líder de la banda Porno para Ricardo.
Los otros tres miembros del cuarteto de rock, junto a la bloguera Yoani Sánchez, el activista de derechos humanos Elizardo Sánchez y otra decena de personas, pudieron entrar a la pequeña sala del tribunal, mientras la prensa, diplomáticos de Estados Unidos, Francia y Holanda, así como una docena de seguidores y amigos, esperaron afuera.
El músico, de 39 años, fue arrestado el lunes en su casa de La Habana, lo que provocó una amplia repercusión internacional, sobre todo en Estados Unidos y España. «Es un juicio político», dijo en las afueras del tribunal Ciro Díaz, de 29 años y también guitarrista de la banda, quien el jueves fue detenido tres horas con un amigo cuando un grupo sacó una manta en que se leía «Gorki» y gritó su nombre en pleno concierto del trovador Pablo Milanés en la Tribuna Antiimperialista de la capital cubana.
Pero poco antes de comparecer al tribunal, Águila fue informado del cambio de cargo y de la posibilidad de que solo recibiera una multa. «Siento orgullo por toda esa gente que se ha solidarizado y desprecio -más todavía- por toda esta tiranía», declaró el roquero en su casa, al término del juicio.