El pederasta más buscado por la Interpol, condenado a tres años por un tribunal de Tailandia

Sandra Blanco

INTERNACIONAL

16 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La reconstrucción del rostro de un pederasta a partir de unas fotografías que circulaban por Internet fue su fuente delatora. Ahora el canadiense Christopher Neil se enfrenta a una condena de tres años y tres meses de cárcel, y una multa de 60.000 bat (unos 1.200 euros), después de que un tribunal de Tailandia lo declarara ayer culpable de abusos sexuales a un menor.

Neil no quiso hacer declaraciones al abandonar la sala, solo dijo «ok» y sonrió a los periodistas. El tribunal de lo penal de Bangkok redujo la condena de seis años y seis meses después de que el acusado admitiera haber abusado de un niño de 13 años. Además Neil está pendiente de ser juzgado por otro caso de abuso sexual, por el que puede ser condenado a 20 años de prisión. El testimonio de los dos menores tailandeses fue clave para su detención. Los niños declararon que Neil abusó sexualmente de ellos hace cuatro años. Uno de los jóvenes declaró que Neil había filmado los actos.

Alrededor de doscientas imágenes de los abusos a menores en Vietnam y Camboya fueron la principal pista para la Interpol en un caso que llegó a todo el mundo a través de la Red en el 2007. El rostro del agresor aparecía distorsionado para no ser reconocido. Pero la tecnología traicionó a Christopher Neil después de que los investigadores utilizaran un programa informático para transformar las fotografías distorsionadas en las imágenes originales. Expertos de la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA) consiguieron reconstruir la imagen de su cara, desfigurada con un molinete (una especie de espiral). La fotografía de su rostro se difundió en Internet para encontrar la identidad del pederasta.

Alarma internacional

La Red se convertía así en herramienta indispensable para seguir la investigación gracias a las pistas que los internautas y ciudadanos hacían llegar a la policía. Era la primera vez que la policía internacional hacía un llamamiento de estas características a nivel mundial.

La operación mediática y policial, Vico, puso nombre y nacionalidad al agresor y ocho días después de la llamada social la policía supo que el canadiense trabajaba como profesor de inglés en Corea del Sur. Los internautas ayudaron a revelar el número de pasaporte y otros lugares de trabajo del entonces sospechoso. La orden de detención emitida en octubre del 2007 en Tailandia permitió juzgarlo antes de ponerlo a disposición de otras naciones que tenían interesada su captura.