EE.UU. envía por primera vez en 30 años a un emisario a debatir con Irán

Óscar Santamaría

INTERNACIONAL

17 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El subsecretario de Estado norteamericano, William Burns, asistirá este fin de semana a la reunión que el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, mantendrá en Ginebra con el principal negociador nuclear de Irán, Said Yalili. Su presencia supondrá el contacto oficial de más alto nivel entre Washington y Teherán desde que se congelaran sus relaciones diplomáticas tras el asalto a la embajada estadounidense en Irán en 1979.

«Estaremos allí para escuchar, no para negociar», dijo ayer la portavoz presidencial, Dana Perino. Indicó que Burns -un veterano diplomático en estas lides negociadoras- reiterará la postura oficial del Gobierno estadounidense: que Irán debe suspender totalmente su programa de enriquecimiento de uranio como condición para sentarse a hablar cara a cara.

No obstante, la inédita decisión de la Casa Blanca ha sido interpretada como una señal de buena fe para avanzar en el proceso negociador -con vistas a una solución pacífica- sobre los programas nucleares, un pulso que enfrenta a Estados Unidos y a otras potencias occidentales con Irán. Es además una prueba de la unidad que existe entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, que son los que están llevando este asunto, aparte de la UE.

Aceptación o más sanciones

Solana se reunirá el sábado con Jalili con el objetivo de allanar el camino para discutir un paquete de incentivos económicos diseñado para conseguir que Irán detenga el enriquecimiento de uranio que lleva actualmente a cabo. «Esta cita clarificará aún más las consecuencias, es decir, más sanciones, si Irán no acepta esta oferta», dijo Perino.

La semana pasada, Burns señaló ante el Congreso que Estados Unidos debería abrir una nueva etapa de contactos directos con Irán para tratar este asunto. Recordó que pasos similares con Libia y Corea del Norte han dado resultados positivos.

No obstante, desde Irán, tanto el líder espiritual supremo, ayatolá Ali Jamenei, como el presidente, Mahmoud Ahmadineyad, reiteraron su posición al defender dichos programas y negarse a suspenderlos bajo ninguna condición.