Berlusconi se dota de inmunidad para evitar ser juzgado por soborno

Íñigo Domínguez

INTERNACIONAL

La oposición critica la medida y dice estar dispuesta a discutir una ley de protección, para la próxima legislatura

28 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Berlusconi 4-Justicia 3. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dio ayer un golpe de mano anunciado y definitivo en su pulso con los tribunales.

Hasta ahora había marcado tres tantos. Primero, una ley que suspende 100.000 procesos, entre ellos, casualmente, uno de los suyos -el caso Mills, por sobornar a un testigo-; luego, su recusación de la magistrada de ese juicio, pendiente de resolución, y, en tercer lugar, otra norma que limita las escuchas telefónicas en las investigaciones.

Pero ayer aprobó en Consejo de Ministros una cuarta medida: un escudo de inmunidad judicial para los cuatro altos cargos del Estado, incluido él, naturalmente. Los otros son el presidente de la República y los de ambas Cámaras.

Los tres golpes que el magnate ha encajado de la magistratura se refieren a los tres procesos abiertos contra él y que serán paralizados si la inmunidad termina por aplicarse, tras su paso por el Parlamento: el citado caso Mills, ahora en su fase final; otro juicio por fraude en la compra de derechos televisivos de Mediaset, su emporio audiovisual: y, por último, un tercer proceso en Nápoles por corrupción de un dirigente de la RAI al que intentó enchufar jovencitas para obtener favores políticos y con la promesa de compensaciones personales.

No obstante, el escudo de Il Cavaliere deberá antes pasar el filtro de la presidencia de la República. De momento, Giorgio Napolitano ya le ha parado los pies quitándole la idea de imponer la inmunidad por decreto. También será preciso el parecer del Tribunal Constitucional.

En el 2003, el magnate intentó una jugada similar con otra ley de inmunidad que al final fue declarada inconstitucional, pero en los seis meses que estuvo vigente hizo su servicio al evitarle la sentencia del caso SME en pleno turno de la presidencia europea.

«Amnistía encubierta»

Los cargos inmunes a la Justicia pueden renunciar a su privilegio y las víctimas de hipotéticos procesos pendientes contra ellos tendrán derecho a acudir a la vía civil. «Es un elemento de equilibrio más hacia un ordenado y sereno diseño de los poderes del Estado», argumentó ayer el ministro de Justicia, Angelino Alfano, fiel gregario de Berlusconi. Por si acaso, adelantó que el primer ministro «no tiene la obligación jurídica de dimitir si es condenado».

La oposición ha rechazado rotundamente la medida. El Partido Demócrata (PD) de Walter Veltroni, que entretanto ya anda a cuchilladas internas, aceptaría discutir una ley de inmunidad, pero solo a cambio de la retirada de la ley que suspende procesos judiciales y a condición de que el escudo se active a partir de la próxima legislatura. Por otro lado, también la polémica norma que suspende juicios ha sido tildada de «amnistía encubierta» en el primer borrador de informe del Consejo Superior de la Magistratura.

La respuesta del Gobierno ha sido pedir la dimisión de su presidente.