«No me lo creo, tengo un billete para salir mañana [por hoy] en barco hacia Chipre desde Beirut. Preciosa Bouzas estaba ayer más tranquila, aunque la tensión sigue presente, porque «al menos tengo la esperanza de salir» del Líbano.
La turista coruñesa confiesa que los medios de comunicación españoles se han volcado con ella después de que su caso saliese a la luz. Incluso una cadena de televisión «había organizado mi evacuación de Beirut». En medio de la expectación, ayer se concretaron sus planes para abandonar el país de los cedros. En vez del puerto de Trípoli saldrá del de Beirut, ya que la situación en la localidad del norte del país hace desaconsejable su salida desde allí. «Un chico libanés me ha buscado el barco y ya tengo el billete», explica. Tendrá que desembolsar 500 dólares.
A las 15.20 horas de hoy saldrá desde Beirut con destino a la isla de Chipre, en un viaje que durará de seis a siete horas, según «sea la situación del mar». En Larnaca tiene previsto tomar un vuelo de Lufthansa a Múnich, donde enlazará hacia Madrid. Si todo transcurre con normalidad, mañana podrá abrazar a su hija Eva.
Bouzas insiste en que la Embajada española en Beirut solo le garantizaba su traslado hasta la frontera con Siria. Unas horas antes, Agustín Rebollo, primer secretario de la legación en Beirut, aseguraba a La Voz: «Le ofrecimos llevarla hasta Damasco, no es cierto que se le iba a dejar en la frontera». Ella lo niega. «Insisto, solo me daban escolta solo hasta la frontera en un coche que yo me alquilara, ya que no permiten al personal de la embajada pisar territorio de Siria», afirma. «Lo que es verdad es que me ofrecieron que una vez en Damasco me asistiría la Embajada española en Siria». «Me propusieron que alquilara un coche con otras cuatro personas que querían ser evacuadas, y seríamos escoltados hasta la frontera, donde nos dejarían solos, y ya en el aeropuerto de Damasco personal diplomático se pondría en contacto con nosotros», explica. También les pidió dinero, pero le dijeron que el trámite tardaría unos 4 o 5 días, ya que no tiene dinero y no acepta la visa en el mercado negro. «Me dejaron abandonada», insiste Bouzas.