El Ejército se despliega en todo el Líbano para hacerse cargo de la seguridad

La Voz

INTERNACIONAL

Los enfrentamientos de esta madrugada, con armas automáticas, lanzagranadas y morteros, comenzaron a las 03.00 y duraron mas de una hora.

13 may 2008 . Actualizado a las 11:42 h.

El Ejército comenzó hoy su despliegue por el Líbano para hacerse cargo de la seguridad después de que los combates entre la oposición, encabezada por el grupo chií Hizbulá, y la mayoría anti-siria hayan causado ya al menos 62 muertos y 200 heridos desde que comenzó la crisis el pasado día 7.

Tras reforzar las medidas de seguridad en las zonas sensibles, en especial Beirut y la región montañosa del sureste, las fuerzas armadas libanesas han intensificado sus controles y patrullas desde las 06.00 hora local (03.00 GMT), para atajar cualquier incidente o presencia armada.

«Las unidades militares reprimirán cualquier infracción individual o colectiva conforme a la ley, incluso si eso implica recurrir a la fuerza», anunció anoche el Ejército en un comunicado, en el que instó a las partes a «cooperar» con él ya que es «el garante de la seguridad».

Pocas horas antes de que las fuerzas armadas asumiesen el control de la seguridad, se registraron enfrentamientos en Trípoli, la principal ciudad del norte del país, después de los de ayer, en los que siete personas resultaron heridas, según fuentes policiales.

Los enfrentamientos de esta madrugada, con armas automáticas, lanzagranadas y morteros, comenzaron a las 03.00 y duraron mas de una hora.

Los medios libaneses indican que las fuerzas armadas se están desplegando de modo masivo en la capital septentrional.

Una calma tensa continúa reinando asimismo en Beirut y en las regiones montañosas del sureste del Líbano como Chuf y Aley.

En la capital libanesa, muchas carreteras continúan cerradas, así como la que conduce al aeropuerto por donde llegará mañana una delegación de la Liga Árabe, que tratará de encontrar una solución a la crisis política e institucional en la que está sumido el Líbano desde el 24 de noviembre pasado.

El paso fronterizo de Masna, el principal nexo terrestre entre Siria y el Líbano, continúa asimismo cerrado.

La pasada noche, Husein el Jalil, adjunto político del jefe de Hizbulá, Hasan Nasralá, reiteró que la oposición continuará con la desobediencia civil hasta la satisfacción de sus reivindicaciones.

Hizbulá exige que el Ejecutivo del primer ministro, Fuad Siniora, anule dos decisiones tomadas relativas al desmantelamiento de su red de telecomunicaciones y la destitución del jefe de la seguridad del aeropuerto, Wafic Chucair.