Después de dos días de incertidumbre, atrapada por los combates en Beirut, la tenista pontevedresa Lourdes Domínguez esperaba anoche la luz verde de la embajada española para volver a casa. Todo dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos tras la retirada de Hezbolá de las calles de Beirut. El regreso podría producirse hoy o retrasarse a mañana.
Con Lourdes están la canaria Marta Marrero y la catalana Eva Fernández, las otras dos tenistas que participan en el torneo Jounieh, organizado a 15 kilómetros de la capital libanesa, además de 35 extranjeros más, entre deportistas y entrenadores.
«Están pendientes de que les confirmen si hay seguridad suficiente para viajar mañana [por hoy] o pasado [por el lunes] por carretera a Damasco [capital de Siria]», explica su hermano Enrique Domínguez. «Esta noche la pasarán en el hotel porque allí están seguros», añade.
«No quieren aventuras, la embajada española, con la que están en contacto directo, les mandará los coches solo si está garantizada la seguridad; el día de su salida depende de eso».
Tampoco descartan que si la situación se calma definitivamente se reabra el aeropuerto de Beirut y partan de allí. «Entonces a lo mejor les compensa esperar. La decisión se tomará a primera hora de la mañana de este domingo», explica Enrique.
Mientras la esperada salida del Líbano se produce, las tres tenistas españolas hicieron ayer una vida normal entre el hotel Madison y el club de tenis de Jounieh para jugar la última jornada del torneo de la federación internacional.
Lourdes jugó ayer por la tarde la final contra la británica Anne Keothavong, tras ganar en semifinales a la ucraniana Veronika Kapshay. Pero «estaba destrozada con lo que está pasando», asegura su hermano, y no pudo hacerse con el torneo. Por la mañana, Marrero perdió en semifinales ante Keothavong.