Sarkozy y Brown piden a la UE que fomente el uso de la energía nuclear

Imanol Allende

INTERNACIONAL

Los dirigentes de Francia y el Reino Unido calificaron la relación entre ambos de entente formidable

28 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Francia y el Reino Unido pasaron ayer de una «entente cordiale» a una «entente amicale» y tras la reunión que mantuvieron el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, Gordon Brown, la relación fue calificada de «entente formidable». Ambos mandatarios, reunidos en el estadio Emiratos, destacaron su deseo de cooperar y trabajar juntos reforzando el eje París-Londres, en aspectos tan importantes para el futuro como la energía nuclear, defensa, y la seguridad ante la amenaza terrorista.

Si el día previo la atención informativa la acaparó la primera dama francesa, Carla Bruni, ayer por fin le tocó a su marido. La cumbre anglofrancesa sirvió para reforzar unos vínculos deteriorados en los últimos años con Jacques Chirac en el Elíseo y Tony Blair en Downing Street, en concreto desde el 2003 cuando Blair se comprometió en el conflicto de Irak.

El ejercicio de ayer tuvo como objeto poner fin a un pasado reciente y abrir un nuevo capítulo de cooperación y unidad para lograr una mayor fortaleza y presencia de ambos países en Europa y en el mundo.

Un tema destacado de los 36 folios de las conclusiones de las conversaciones fue el del futuro de la energía nuclear. Brown y Sarkozy coincidieron en la necesidad de fomentar su uso y cooperar en su desarrollo, no solo en suelo británico y francés, sino también exportándolo a otros países del mundo, sobre todo a los vecinos europeos a los que pidieron que se unieran en la apuesta nuclear. Los dos mandatarios acordaron favorecerse mejorando las posibilidades de las compañías francesas para liderar el desarrollo de la energía nuclear en el Reino Unido. En Francia, el 78% de la electricidad procede de plantas nucleares y Londres quiere imitar esa producción construyendo una nueva generación de centrales.

Los dos líderes convinieron también cooperar en proyectos de defensa mediante una estrategia industrial conjunta en la producción de armas complejas, así como en el desarrollo de la capacidad militar europea.

En seguridad, se mostraron de acuerdo en reforzar los controles en el túnel del Canal en busca de materiales radiactivos para luchar contra el terrorismo nuclear. Ningún oficial británico quiso indicar si esta resolución respondía a una amenaza concreta que poseían las agencias de inteligencia de estos dos países.