San Remo: la polémica suena más que la música

Maria Signo

INTERNACIONAL

01 mar 2008 . Actualizado a las 22:19 h.

El Festival de San Remo, el más antiguo de Europa, empieza, después de 58 años, a sentir el paso del tiempo. Nunca como en esta edición los índices de audiencia televisiva habían sido tan bajos, lo que parece indicar que los intereses musicales de los italianos van por otros derroteros. Aquellos años en los que Italia se paralizaba durante una semana y todos permanecían delante de la televisión esperando con ansia los resultados, son ya un recuerdo. La edición del 2008, en la que se ha querido homenajear los 50 años de Volare de Domenico Modugno, seguramente pasarán a la historia no por la calidad de sus canciones, sino por las polémicas que la han rodeado.

La persona que más ha dado que hablar ha sido la cantante Loredana Berté. La que fue mujer del tenista Bjorn Borg fue acusada de plagio por su canción Música e parole y descalificada por ello. Pocas semanas antes ya había ocupado los titulares de la prensa por sus excentricidades cuando amenazó con suicidarse. Su debut en el festival estuvo a punto de no realizarse, ya que obligó a los responsables a cambiar el orden de las canciones al exigir salir la primera. Aun descalificada, conocedores todos de lo que la cantante puede llegar a hacer en una de sus crisis, la organización permitió que el jueves volviera a cantar, aunque fuera de concurso, lo que casi provoca el amotinamiento del resto de los cantantes. Al final la sangre no llegó al río, pero todo esto ayudó a animar un festival que, aunque se anuncia como «la fiesta de la canción italiana», muchas veces resulta un retorno a un pasado rancio y casposo .

De otra época parece el presentador y director artístico, Pippo Baudo que por 13.ª vez conducía el espectáculo. Con 72 años bien llevados, nadie pone en duda su experiencia y su clase, pero muchos son los que preferirían un poco de aire joven más acorde con los tiempos. También él fue protagonista de un pequeño escándalo al exteriorizar su mal humor por los bajos resultados de la audiencia acusando a sus connacionales de ser «un país de m...».

Hay que reconocer que este año el festival ha jugado con desventaja. Los vaivenes de la campaña electoral y el hallazgo de los cuerpos de dos niños desaparecidos hace dos años ha conmovido al país acaparando titulares y protagonismo. Durante los cinco días que ha durado el evento, que tan solo el miércoles ha cedido ante el fútbol, por el escenario del teatro de San Remo han desfilado 14 jóvenes y 20 artistas consagrados. Entre estos, algunos nombres traen recuerdos de otros tiempos: Little Tony, un roquero sesentón que aún mantiene un fantástico tupé negro; Toto Cotugno, un guaperas que en los años setenta hacía enloquecer a las quinceañeras; y ¡qué decir de Loredana Berté! Entre los invitados fuera de concurso, Lenny Kravitz y Duran Duran, así como otros artistas italianos que alternaron sus actuaciones con las de los concursantes en una larguísima transmisión de casi cuatro horas cada noche.

Muchos intereses

Fórmula gastada y demasiado larga son las dos críticas que más han sonado estos días para justificar la caída de la audiencia que ha provocado el pánico en los despachos de la televisión pública italiana, la Rai, que cada año se juega mucho con este festival.

La publicidad, omnipresente cada noche en el escenario y causa de numerosas telepromociones, aporta mucho dinero a las arcas de la televisión pública que estos días supera siempre en audiencia a la rival, la berlusconiana Mediaset. En San Remo se mueven, además de los intereses de las empresas anunciantes que ven en él un gran escaparate, los de las discográficas y de las instituciones regionales y locales para los que el festival supone una gran promoción turística.