Serbia inicia una ofensiva política para recuperar el norte de Kosovo

Juan Oliver

INTERNACIONAL

21 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Gobierno de Belgrado inició ayer una ofensiva política dirigida a recuperar el territorio norte de Kosovo y a impedir que las estructuras administrativas del nuevo Estado puedan consolidarse en las zonas habitadas por los serbios.

Kosovo tiene una superficie similar a la de la provincia de Lugo, y las zonas del norte representan apenas el 20%. Pero en ellas habitan cerca de 60.000 serbokosovares, la mitad de los que quedan en el país, que reniegan de la independencia y temen quedar aislados de Serbia si las fronteras se cierran con controles albanokosovares.

Varios ministros del Gobierno de Vojislav Kostunica visitaron ayer enclaves del norte para apoyar a la población e instarla a no abandonar el territorio. Pero la reacción más dura fue la del ministro para la provincia de Kosovo, Slobodan Samardzic, quien respaldó la quema el martes de dos puestos de la ONU situados en el límite de ambas zonas, que fueron reabiertos ayer. Fue una acción «legítima», dijo, destinada a evitar que se levanten fronteras «entre la república madre» y el norte kosovar.

El comandante de la fuerza de la OTAN (Kfor) acusó a los líderes locales serbios de haber orquestado la quema de los dos puestos fronterizos y la misión de la ONU reprochó a Belgrado haber violado su promesa de no recurrir a la violencia. El ministro de Exteriores serbio, Vuk Jeremic, se apresuró a desmentir a su colega de Gabinete aprovechando una comparecencia ante el Parlamento Europeo, en la que negó que su Gobierno esté alentando el uso de la fuerza.

Pese a reafirmar ese compromiso, Jeremic hizo un durísimo discurso en el que se declaró «avergonzado como europeo», subrayando que el suyo es un país democrático que no merece el trato que está recibiendo. Además, criticó que la UE hubiera reconocido en el pasado a Kosovo como parte de Serbia cuando el país estaba liderado «por un tirano» -Slobodan Milosevic-, y que haya cambiado de opinión precisamente cuando Serbia se ha democratizado.

«No se quedará quieta»

«Serbia no se quedará quieta. Nos esforzaremos para lograr lo que es justo», sostuvo Jeremic, para terminar su discurso con otra advertencia: «Kosovo siempre será parte de Serbia».

Mientras él hablaba en la Eurocámara, el Gobierno convocaba una manifestación para hoy en la capital serbia, que se espera multitudinaria. Al tiempo, 250 agentes serbios de la policía kosovar, destacados en el norte de Kosovo, abandonaban sus puestos para ponerse a las órdenes de Belgrado, cuya idea, según algunos medios, es forzar una negociación y conseguir que al menos el 60% del territorio siga unido a Serbia. Mientras, su aliada, Rusia, calificaba de «ilegítima» la misión civil de la UE.

Para completar la ofensiva, otro miembro del Gobierno, Predrag Bubalo, titular de Comercio, anunciaba recursos ante la Justicia internacional para reclamar las propiedades serbias en Kosovo, que según él representan un valor superior a los 200.000 millones de euros si se suman las inversiones estatales, las posesiones privadas, el patrimonio de la Iglesia ortodoxa y las riquezas naturales.

Por su parte, la prensa albanesa anunció que la definición de la ciudadanía kosovar en la Constitución que prepara el Gobierno de Pristina excluye toda referencia al origen étnico o territorial de la población.