Madonna y Gucci llevan la polémica a la sede de la ONU

Óscar Santamaría

INTERNACIONAL

08 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Una cena benéfica pagada por Gucci, amadrinada por Madonna y con el logo de Unicef ha suscitado un incómodo malestar en el piso 38 del edificio de las Naciones Unidas. El evento se celebró por todo lo alto la noche del miércoles en una carpa levantada para la ocasión en los jardines del complejo de la ONU en Manhattan.

Por su alfombra roja desfilaron celebridades como Tom Cruise, Katie Holmes, Demi Moore, Ashton Kutcher, Gwyneth Paltrow y Jennifer Lopez, además de Salma Hayek y su marido François-Henri Pinault, propietario del gigante francés PPR, dueño de Gucci. Al final de la noche se recaudaron 3,7 millones de dólares -el cubierto costaba entre 2.500 y 10.000 dólares- y fue amenizado con actuaciones a cargo de Alicia Keys, Timbaland y Rihanna.

El cómico Chris Rock fue el maestro de ceremonias y condujo una subasta benéfica. Tom Cruise apostó 100.000 dólares por un paquete que incluía estar con Alex Rodriguez en el estadio de los Yankees y una hora jugando al fútbol con David Beckham. Pero se lo llevó otro postor, por 360.000 dólares. La puja más alta fue de 600.000 dólares por acompañar a Madonna de gira y tomar una clase de baile con ella y su amiga Paltrow.

La recaudación se repartió entre Unicef y Raising Malaui, la oenegé de Madonna a favor de los huérfanos de ese país africano. Los gastos corrieron a cargo de Gucci. Y es aquí donde llega la controversia, que hizo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, decidiera no asistir. Y es que la firma de lujo organizó el sarao pocos días después de abrir su nueva y flamante tienda en la Quinta Avenida. La gala fue vista como un golpe de publicidad a costa de la ONU. Y no ha sentado bien que su nombre se asocie con el logo del organismo, que no permite que ninguna empresa patrocine sus actos. Otra causa de malestar son las versiones que vinculan a Raising Malawi con The Kabbalah Centre, la rama del misticismo judío que profesa Madonna.

La reina del pop se ha distanciado de las críticas y se ha limitado a decir que lo importante es llamar la atención sobre la situación de los niños de Malaui. Gucci ha dicho que organizar este evento tras la inauguración de su tienda ha sido pura coincidencia, aunque lo habían anunciado como un «paquete».

Desde la ONU dicen que esta celebración pudo no ser del todo acertada y que tenían que haber repasado mejor los detalles antes de dar luz verde.