Dos discapacitadas mentales, usadas para un doble atentado en Bagdad

Alí Musa / Hervé Bar

INTERNACIONAL

La trágica jornada supone un revés para los planes de mejorar la seguridad y la retirada de soldados de EE.UU.

02 feb 2008 . Actualizado a las 13:12 h.

Dos mujeres con síndrome de Down cargadas con explosivos fueron utilizadas ayer por la insurgencia para cometer un doble atentado en sendos mercados de animales en Bagdad, que causaron la muerte a 72 personas y heridas a 149, lo que supone un revés para las esperanzas de mejora de la seguridad en Irak.

A las 10.20 hora local (dos horas menos en España) una de las mujeres mató a 45 personas e hiriendo a otras 82 en el mercado de animales domésticos de Al Ghazil, en el centro de Bagdad, cuando se encontraba repleto de gente, como cada viernes. Justo veinte minutos después, otra explosión acabó con la vida de 27 personas y causó 67 heridos en un mercado de aves en el sur de la capital, en el barrio chií de Al Yadida (Nuevo Bagdad).

El general iraquí Qasim al Moussawi, portavoz del plan de seguridad de Bagdad, explicó que las dos mujeres tenían el síndrome de Down y fueron cargadas con explosivos detonados por control remoto.

Según indicó, los vecinos de Al Ghazil explicaron que la suicida era una asidua al mercado y era conocido su retraso mental. En Yadida, tenderos y clientes del mercado confirmaron que la segunda kamikaze también tenía una discapacidad mental, señaló el general Al Moussawi.

El Ejército estadounidense acusó de las dos acciones terroristas a Al Qaida.

Hace cinco meses, 80 víctimas

La jornada del viernes fue la más letal en Bagdad desde el 1 de agosto del 2007, cuando tres coches bomba mataron a 80 personas. El 2008 había empezado con un descenso de la violencia en todo el país. En enero murieron asesinados 541 iraquíes, la cifra más baja desde hace 23 meses, según un balance gubernamental. Los militares estadounidenses tuvieron en cambio 33 bajas mortales, una cifra en alza respecto a los 23 registrados en diciembre.

Los atentados de ayer se produjeron días después de las declaraciones del presidente George W. Bush de que la situación en Irak mejoraba y por ello se podría cumplir con el objetivo de reducir las tropas estadounidenses antes de julio. El general David Petraeus dio a entender que la reducción del número de soldados estadounidenses podría detenerse si la situación vuelve a empeorar.

Los atentados en Bagdad habían descendido de forma considerable en los últimos meses gracias a las medidas de aislamiento físico de los barrios con barreras de hormigón y a la práctica separación entre suníes y chiíes por zonas.

Pero sobre todo, el descenso se debe al alto el fuego decretado por las milicias chiíes del Ejército de Al Mahdi, lideradas por Moqtada al Sard, y a los grupos tribales de suníes que luchan contra los extremistas de Al Qaida, tras acuerdos políticos y monetarios con EE.UU.