Total lamenta su condena en el caso del «Erika» e insinúa que podría apelar

EFE

INTERNACIONAL

La petrolera dice que la sentencia podría llevar, paradójicamente, a una degradación de la seguridad del transporte marítimo

17 ene 2008 . Actualizado a las 16:02 h.

La petrolera Total lamentó hoy que un tribunal francés la haya condenado por la marea negra causada al naufragar el «Erika» en 1999 e insinuó que podría recurrir la sentencia que paradójicamente, según advirtió, podría llevar a una degradación de la seguridad del transporte marítimo.

En una sentencia histórica que, por primera vez en Francia, instaura el principio del «perjuicio ecológico», el Tribunal Correccional de París condenó ayer a Total, al armador y al gestor del petrolero «Erika» y a la sociedad italiana de certificación Rina a pagar colectivamente 192 millones de euros en indemnizaciones a las víctimas de la marea negra.

«Total lamenta la decisión» del tribunal de condenarlo por lo civil y penal por «delito de contaminación», más aún dado que la corte «reconoce que la verdadera causa del naufragio» es ajena a la petrolera, indicó ésta en un comunicado.

El tribunal «establece que el estado de corrosión de las estructuras del barco ha causado su naufragio», lo que para el grupo era el resultado de faltas de las que no podía estar al tanto.

Total advirtió de que, al designarlo como uno de los responsables, el veredicto podría acarrear «la confusión de responsabilidades» y, con ello, «degradar la seguridad de los transportes marítimos».

Los abogados de Total, que era dueño del petróleo transportado por el «Erika», habían indicado ayer que recomendarían al grupo que recurriera la sentencia.

La petrolera indicó hoy que la decisión del tribunal conlleva «muchos motivos de apelación» y recordó que tiene diez días para ejercer ese derecho.

El ministro de Agricultura y Pesca, Michel Barnier, opinó hoy que Total no debería apelar, a la vez que subrayó que, con esta sentencia «bastante ejemplar», «por primera vez se pone un precio a la naturaleza» y a «un capital, que es la biodiversidad».

El tribunal determinó que Total pecó por «imprudencia» en su procedimiento de control y selección de barcos, recordó la petrolera en su comunicado.

Total, tras recalcar que había puesto en marcha ese procedimiento de forma «voluntaria» para mejorar la seguridad de sus transportes marítimos, consideró «difícilmente comprensible» verse condenado por una «supuesta disfunción de un procedimiento no impuesto por la ley», y señaló que sus prácticas son conformes a las del sector.

Afirmó que en aras de la eficacia y la seguridad, el derecho internacional del transporte marítimo ha optado por «una clara separación de responsabilidades de los principales actores» y recalcó que quien fleta no es responsable del control y la clasificación de los barcos.

«Al designar a Total como uno de los responsables, la decisión del tribunal plantea el riesgo de acarrear la confusión de responsabilidades y, contrariamente al objetivo buscado, degradar la seguridad de los transportes marítimos», advirtió la petrolera.

Total recordó que es uno de los principales contribuyentes del FIPOL (fondo internacional de indemnización por la contaminación de hidrocarburos) y que ha cumplido todas las demandas de indemnización admisibles por ese organismo.

Además, por iniciativa propia, la petrolera gastó más de 200 millones de euros para remediar lo más rápidamente posible las consecuencias de la marea negra, reza el comunicado.

El «Erika», de pabellón maltés, naufragó a causa de una tempestad el 12 de diciembre de 1999 ante la costa bretona y vertió al mar 20.000 toneladas de fuel. La marea negra afectó a 400 kilómetros de costas y provocó la muerte de 150.000 pájaros.