La boda relámpago de «Speedy Sarko» podría amenazar la credibilidad del presidente francés

Ulrike Koltermann

INTERNACIONAL

Sarkozy se casa en febrero con Carla Bruni.

08 ene 2008 . Actualizado a las 11:17 h.

Si el presidente francés Nicolas Sarkozy se casa, por tercera vez, en febrero con Carla Bruni, confirmará una vez más su sobrenombre de Speedy Sarko . El presidente conoció a la ex modelo en noviembre, semanas después de su separación oficial de Cécilia. Medios próximos al Gobierno especulan con una posible fecha de boda el 9 de febrero.

El diario conservador Le Figaro , entretanto, ya ha dejado de llamar amiga a Carla Bruni, para tratarla de prometida del presidente. Y la madre de Bruni dijo -según medios italianos- que el presidente había pedido la mano de su hija.

En caso de que la boda se celebre, Sarkozy tendría menos disgustos con el protocolo en sus viajes al extranjero. Sobre todo en los países musulmanes, donde no es bien visto que un jefe de Estado viaje con su amante en una visita oficial. Los críticos temen, sin embargo, que Sarkozy pierda credibilidad política con una boda precipitada y la exposición de su vida privada. En las encuestas ya ha perdido siete puntos y por primera vez se ha situado por debajo del 50% en el índice de aprobación.

También en su propio partido se siente vergüenza, apunta Le Figaro , que cita a una alto representante: «Esperemos que no sea así cada fin de semana».

Tras la excursión antes de Navidades a Disneylandia y las vacaciones en Egipto, costeadas por ricos amigos industriales, la pareja visitó el pasado fin de semana Jordania. Pero las imágenes de tiernos gestos y poses de enamorados, así como del hijo de Bruni, Aurélien, formando una nueva familia presidencial llevó a decir al Le Journal du Dimanche que «si les gustó Grace Kelly en Mónaco, amarán a Carla Bruni en el Elíseo».

Algunos temen que la sorprendente celeridad con la que Sarkozy quiere volver a ligarse sea para superar su divorcio. Después de todo, Cécilia estuvo con él dos décadas y ha participado en su carrera. Tal vez la elección del destino vacacional no fue una casualidad. Petra fue también el destino que escogió Cécilia cuando se separó de Sarkozy y se fue con su entonces amante Richard Attias.

Ese estilo de Sarkozy de ser objeto de titulares apaga las cuestiones críticas sobre los temas políticos. Y por ello no le faltan sobrenombres a Sarkozy, el omnipresidente, porque parece que se ocupa de todo; o el de telepresidente, porque continuamente está en televisión.

Mientras, en el frente político las cosas parecen más sombrías. Los franceses están preocupados por la falta de poder adquisitivo y por un sistema social que hace aguas.