Cristina Fernández apuesta por estrechar las relaciones con España

Agustín Bottinelli

INTERNACIONAL

12 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

En su primer día de trabajo como presidenta, Cristina Fernández de Kirchner ocupó su agenda con encuentros bilaterales con los mandatarios extranjeros que asistieron a su investidura el pasado lunes. El primer encuentro fue con el príncipe Felipe de Borbón, que llegó a las once de la mañana a la Casa Rosada, sede del Gobierno. Entre los temas tratados, la presidenta hizo especial hincapié en su voluntad de profundizar en los vínculos bilaterales entre España y Argentina.

A su llegada, don Felipe entregó a Cristina una carta del rey Juan Carlos en la que agradece las atenciones recibidas y en la que el monarca hace votos por el éxito de su gestión. A la reunión, que se prolongó unos 40 minutos, asistieron, entre otros, el embajador argentino en España, Carlos Bettini; su homólogo español en Buenos Aires, Rafael Estrella; el canciller argentino, Jorge Taiana, y la secretaria española de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez.

Antes de su encuentro con la nueva jefa de Estado, el Príncipe de Asturias recibió en el hotel en el que se aloja junto a la delegación española al nuevo titular de Economía, Martín Lousteau, que a sus 36 años es el ministro más joven del Gabinete de Fernández.

Aunque no trascendieron detalles, en el encuentro, de más de una hora de duración, se supone que el heredero de la corona española y Lousteau se ocuparon de la situación de las empresas españolas de servicios radicadas en Argentina, que a partir del próximo febrero podrán finalmente reajustar sus tarifas después de permanecer congeladas cuatro años.

El Príncipe no esperó

Unas horas después fue el turno de Hugo Chávez en la Casa Rosada, pero ya hacía un buen rato que el Príncipe se había ido. La expectativa en torno a un posible encuentro en Buenos Aires entre Chávez y don Felipe de Borbón finalmente se desvaneció, y con ella la posibilidad de un acercamiento entre los dos países.

El segundo en entrar al despacho presidencial fue el colombiano Álvaro Uribe. Cristina de Kirchner le ofreció formalmente a Uribe toda la ayuda necesaria para facilitar las negociaciones con la guerrilla de las FARC a fin de conseguir la liberación de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada hace casi seis años. Por la tarde, la presidenta recibió a la madre de Ingrid, Yolanda Pulecio, a quien reiteró su intención de colaborar al máximo para la liberación de su hija.

Por la tarde fueron recibidos en el nuevo despacho decorado al gusto de la presidenta los mandatarios de Brasil, Lula Da Silva, y de Ecuador, Rafael Correa.

La presidenta también mantuvo una charla con Dominique Strauss-Khan, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien conversó sobre la forma en que Argentina negociará su deuda con el Club de París por 6.700 millones de dólares. Día agitado para la nueva presidenta, que ayer ya recibió el primer toque de alerta de los sindicatos más duros.