La viuda de Litvinenko demanda al Estado Ruso un año después de su asesinato

La Voz

INTERNACIONAL

Acusa a Moscú de «violación del derecho a la vida» del ex espía ruso, envenenado en Londres.

23 nov 2007 . Actualizado a las 18:21 h.

La viuda del ex espía ruso Alexander Litvinenko, envenenado hace hoy un año en Londres con una sustancia radiactiva, ha demandado a Rusia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por su presunta implicación en el crimen.

En una rueda de prensa celebrada hoy en la capital británica para conmemorar el primer aniversario de la muerte de su marido, Marina Litvinenko ha confirmado las acciones legales contra Rusia y ha subrayado que seguirá luchando para llevar al asesino ante la justicia. «Necesitamos apoyo, más apoyo oficial. Prometo que un día sabremos al final quién es el responsable (del asesinato) porque, sin conocer eso, no podemos sentirnos seguros», dijo la viuda, al tildar de «farsa» la investigación rusa del suceso.

La abogada de Marina Litivinenko, Louise Christian, explicó los detalles de la demanda, que alega una presunta violación del derecho a la vida y un trato inhumano y degradante del antiguo agente secreto, cuyo caso evocó las intrigas de la Guerra Fría (1945-1990). Christian, especializada en derechos humanos y famosa por haber representado a reclusos británicos de la base naval estadounidense de Guantánamo (Cuba), acusó al Estado ruso de «complicidad activa o connivencia» en el asesinato de Litvinenko. La letrada señaló también que un experto nuclear estadounidense ha seguido la pista del isótopo polonio 210 -sustancia radiactiva usada para aniquilar a Litvinenko- y ha concluido que procede del laboratorio estatal de Avangard, a 300 kilómetros al este de Moscú.

Antes de la rueda de prensa, la viuda, la abogada y varios amigos del difunto, entre ellos el magnate ruso Boris Berezovsky, se congregaron de forma simbólica ante el University College Hospital, donde falleció el ex espía el 23 de noviembre de 2006. Alex Goldfarb, amigo y portavoz de Litvinenko en sus últimos días de vida, volvió a leer la carta póstuma en la que el ex agente secreto acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de estar involucrado en la trama que condujo a su envenenamiento. «Usted puede tener éxito en silenciar a un hombre, pero los alaridos de las protestas de todas partes del mundo van a resonar, señor Putin, en sus oídos el resto de su vida...», escribió Litvinenko en su lecho de muerte en la misiva leída por Goldfarb. En la carta, Litvinenko aseguró que el Kremlin estaba detrás de su asesinato por haber acusado a los servicios secretos rusos de causar una serie de explosiones en un edificio de Moscú en 1999 para ayudar a Vladimir Putin a llegar a la Presidencia.

Ex espía del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB), Litvinenko enfermó repentinamente el 1 de noviembre de 2006, tras reunirse con dos compatriotas, Andréi Lugovói y Dimitri Kovtun, en el hotel Millennium de Londres, donde tomó una taza de té. Varias personas que trabajaban en el hotel Millenium dieron positivo en unas pruebas de radiación.

El Gobierno del Reino Unido ha pedido a Rusia la extradición del Lugovói -empresario y también ex agente secreto- como sospechoso del crimen, si bien Moscú sostiene que la Constitución rusa prohíbe expresamente la extradición de nacionales del país. La negativa rusa provocó el pasado verano una crisis bilateral que desembocó en la expulsión de cuatro diplomáticos rusos de Londres y otros tantos diplomáticos británicos de Moscú. Por su parte, Logovói, que ha negado repetidamente las acusaciones, se ha convertido en su país durante los últimos doce meses en un celebridad que, incluso, aspira a un acta de diputado.