Unas familias de colones se habían instalado de forma ilegal en los comercios.
07 ago 2007 . Actualizado a las 12:18 h.Al menos quince personas resultaron heridas hasta ahora en el mercado mayorista de la ciudad cisjordana de Hebrón, donde la Policía y el Ejército israelíes tratan de desalojar desde la madrugada tres locales ocupados por colonos.
Fuentes policiales dijeron que once de sus agentes resultaron heridos y que los cuatro restantes son colonos o activistas de ultraderecha. Todos ellos sufren heridas leves.
Avshalom Peled, subcomisario de la Policía en Hebrón, dijo que sus hombres están llevando a cabo la operación con «contención» y que por ahora «no hay grandes expresiones de violencia».
Unos 3.000 agentes y soldados israelíes participan en las últimas horas en un operativo para evacuar a dos familias de colonos que se instalaron de forma ilegal en comercios del mercado mayorista de Hebrón.
La evacuación en sí la llevan a cabo cientos de agentes de la Policía de Fronteras, apoyados por miles de efectivos militares que se encargan de aislar la zona.
La radio pública israelí informó de que decenas de activistas de ultraderecha, en su mayoría adolescentes, se atrincheraron con los colonos en los tejados de los comercios, desde donde lanzaron piedras, aceite y diversos objetos a los agentes, además de colocar alambre de espinos y quemar neumáticos en el mercado para impedir la entrada de los mismos.
«Es un acto de protesta contra una injusticia por parte de un Gobierno que no ha respetado un acuerdo», dijo a la emisora Noam Arnón uno de los dirigentes del Comité Judío de la ciudad.
Los hechos tienen lugar en un mercado palestino abandonado en el que los colonos judíos de Hebrón, el núcleo más duro de la derecha nacionalista, tomaron hace ocho meses dos inmuebles con el argumento de que fueron propiedad de la antigua comunidad judía de la ciudad, expulsada por los palestinos antes de 1948.
En Hebrón, también conocida como «ciudad de los Patriarcas», viven unos 700 colonos judíos entre una población palestina de unos 130.000 habitantes.
El Ejército israelí se replegó de un 80 por ciento de esta ciudad en virtud de un acuerdo alcanzado a finales de los noventa entre el ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el fallecido presidente palestino Yaser Arafat y, desde entonces, miles de soldados protegen a los colonos judíos en el 20 por ciento restante.
El mercado en cuestión quedó dentro de la zona controlada por el Ejército israelí, lo que impidió la actividad comercial de los palestinos, que lo abandonaron poco después.
Los colonos aprovecharon ese vacío para reclamar los inmuebles y apoderarse de tres locales sin el consentimiento del Gobierno israelí. La evacuación del mercado ha puesto también de manifiesto la división en la sociedad israelí sobre la legalidad de los asentamientos.
Un grupo de unos treinta soldados están siendo juzgados desde ayer por sus oficiales por negarse a participar en la evacuación del mercado, a pesar de que su misión era únicamente la de proteger el operativo desde fuera del lugar de los hechos.