Sarkozy incorpora a su segundo Gobierno a más izquierdistas

Esperanza Suárez CORRESPONSAL | PARÍS

INTERNACIONAL

Lagarde se convierte en la primera mujer en ocupar Economía Los socialistas ya han expulsado del partido a la argelina Fadela Amara y Jean-Marie Bockel

19 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, continúa su estrategia de apertura con la inclusión en su segundo Gobierno en poco más de un mes de un nuevo tránsfuga socialista. Asciende por primera vez a una mujer al Ministerio de Economía y ficha a un entrenador, a una figura emblemática de los barrios y a un centrista procesado por malversación de fondos. Sarkozy ha resuelto el rompecabezas de la dimisión de Alain Juppé, derrotado en las legislativas, colocando en el superministerio de Medioambiente al titular de Economía, Jean-Louis Borloo. Lo que aparentemente es una promoción, es en el fondo una imposición después de que Borloo diera a los socialistas el valioso argumento del aumento del IVA en la última semana de campaña. El primer ministro, François Fillon, no se resigna a abandonar la idea a pesar de la contestación en las urnas. Para sustituirle al frente de las finanzas del Estado, que Borloo se ha resistido a abandonar, ha elegido a la hasta ahora titular de Agricultura Christine Lagarde, que se convierte en la primera mujer en ocupar esa cartera. Lagarde despierta las sospechas de los sindicatos por sus conocidas tendencias ultraliberales. El ex comisario europeo y ex ministro de Exteriores Michel Barnier ocupará la plaza de Lagarde. Su entrada en el Gobierno Fillon-2 es su revancha contra Jacques Chirac que le marginó después de perder el referendo sobre la Constitución europea. Apuesta más fuerte Es en el segundo rango, el de los 13 nuevos secretarios de Estado, donde Sarkozy ha apostado más fuerte. Aunque rompe su promesa de paridad con el nombramiento de sólo cuatro mujeres, dos de ellas son en sí mismas todo un emblema y añaden al Consejo de Ministros un toque de color al que ya aportaba la titular de Justicia, Rachida Dati. Rama Yade es la más joven y todo un descubrimiento de la campaña presidencial. Ocupará la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores y Derechos Humanos. Hija de un diplomático senegalés rechaza ser «la coartada negra de Sarkozy». Casada con un militante socialista, nunca ha aceptado el discurso de la izquierda sobre la integración racial. Mucho más doloroso para la oposición socialista es el fichaje de Fadela Amara, un símbolo de la lucha por la liberación de la mujer en los barrios marginales. Es la fundadora del movimiento «Ni putas ni sumisas», surgido después de que un joven integrista celoso quemara viva a su novia. Considera el velo islámico «el sello de la humillación de las mujeres». Su nombramiento como responsable de la política ciudadana sólo recibió el aplauso de SOS Racismo y muchas críticas de la izquierda en la que militaba. Ha prometido que no se morderá la lengua y la duda es cómo lo llevará con su jefa, la ultracatólica ministra de Vivienda, Christine Boutin. El nuevo traidor que «se ha excluido del Partido Socialista» se llama Jean-Marie Bockel. Hasta ahora senador y alcalde de una localidad alsaciana, se convierte en secretario de Estado de Cooperación y en el segundo tránsfuga socialista tras Bernard Kouchner. El presidente no sólo se abre a la izquierda. Esta noche explicará sus planes a los franceses horas después de recibir en el Elíseo al líder del Frente Nacional, Jean Marie Le Pen, para hablar sobre su proyecto de tratado europeo simplificado. Sarkozy rompe así la tradición de ignorar a la ultraderecha en las rondas de consulta con los partidos sobre las grandes cuestiones de Estado. También es la primera vez que entra en un Gobierno un alcalde procesado por malversación de fondos como el centrista André Santini, que se hará cargo de la Función Pública. Cuando acabe el campeonato del mundo de Rugbi, el entrenador nacional Bernard Laporte ocupara su cargo de secretario de Estado de juventud y Deportes.