El arresto ayer del acusado de crímenes de guerra en Kosovo Vlastimir Djordjevic es visto por el nuevo Gobierno reformista serbio como una constatación de su decisión de cooperar con la Justicia internacional para proseguir su acercamiento a la UE. El ex general Djordjevic fue detenido en el balneario adriático montenegrino de Budva, en una acción de la policía de Montenegro y en cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y la policía de Serbia. Ayer mismo fue trasladado al centro de detención de La Haya. Durante el régimen de Slobodan Milosevic, Djordjevic fue jefe del Departamento de Seguridad Pública y ayudante del ministro del Interior hasta enero del 2001. En octubre del 2003, el TPIY acusó a Djordjevic y a otros tres generales de haber «planeado e instigado» el asesinato, la persecución, tortura y deportación de miles de personas como parte de un plan orquestado desde Belgrado.