El nuevo ministro de Inmigración francés quiere expulsar en el 2007 a 25.000 indocumentados

La Voz EFE | PARÍS

INTERNACIONAL

01 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El objetivo de alejar de Francia a 25.000 inmigrantes en el 2007 fue confirmado ayer por el titular del nuevo Ministerio de Inmigración, Integración, Identidad Nacional y Co-desarrollo, Brice Hortefeux. «Nos mantendremos muy firmes», afirmó Hortefeux. «Los extranjeros indocumentados no tienen vocación de permanecer en Francia, sino de ser devueltos a sus países de origen, de forma voluntaria o forzada», aseguró en un artículo en Le Figaro . Para el titular de este nuevo ministerio, que responde a la voluntad del presidente Nicolas Sarkozy, hay que cumplir cuatro objetivos: «Controlar los flujos migratorios, favorecer la integración, promover la identidad francesa y alentar el codesarrollo». La promesa de Sarkozy, durante la campaña al Elíseo, de crear un Ministerio de la Inmigración e Identidad Nacional suscitó fuertes críticas de la oposición de izquierdas y de asociaciones de defensa de inmigrantes y derechos humanos. «Vincular inmigración, integración e identidad no tiene nada de vergonzoso [...] La promoción de nuestra identidad no revela estrictamente ninguna hostilidad hacia los extranjeros» ni afecta a la diversidad, replicó ayer Hortefeux, que esta semana abrió una ronda de contactos con representantes de estas asociaciones. En materia de flujos migratorios, combatir la inmigración ilegal seguirá siendo «una prioridad absoluta», dijo el ministro, para el que controlar la inmigración no es sólo «regularla, sino escogerla». Después de señalar que actualmente en Francia sólo el 7% de los permisos de residencia son otorgados por razones profesionales, apostó por «seleccionar mejor a los inmigrantes y alentar la inmigración por razones profesionales». «Sin practicar un saqueo de cerebros, debemos favorecer su circulación», señaló.