El Frente de Liberación Nacional argelino pierde la mayoría en el Parlamento

Manuel Ostos ARGEL

INTERNACIONAL

18 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El viejo partido del Frente de Liberación Nacional (FLN) fue reconocido ayer vencedor de las octavas elecciones legislativas argelinas, marcadas por una abstención histórica, cerca de un 65%, aunque perdió la mayoría al sufrir un recorte de 63 escaños. El ministro del Interior, Yazid Zerhuni, dio a conocer las cifras definitivas de estos comicios, que otorgan al FLN 136 escaños, mientras que en la Asamblea saliente tenía la mayoría con 199. Le siguen la Reunión Nacional Democrática (RND), con 61 escaños, y el Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP), con 52. Ambos, que forman parte de la coalición gubernamental, ganaron puestos, ya que en las legislativas anteriores obtuvieron 47 y 38 escaños, respectivamente. La primera lectura de estos resultados apunta a un fuerte castigo de la clase política por un electorado, sobre todo el joven, que no se reconoce en ella y entiende que los diputados piensan más en sus intereses personales que en servir a la gente que les vota. En segunda instancia vuelve a confirmarse que el partido que se califica de presidencialista, en este caso el FLN, siempre sale victorioso a través de una aritmética un tanto sospechosa y poco concluyente. Desde que Abdelaziz Buteflika, que comenzó su carrera política en el seno del FLN, llegó al poder en 1999, este partido obtuvo en mayo del 2002 la mayoría absoluta de la Asamblea Popular Nacional (APN). No obstante, el hecho de que ahora pierda la mayoría es un golpe duro para las ambiciones de su secretario general, el primer ministro Abdelaziz Beljadem. La abstención representa un voto de castigo contra el conservador FLN, aunque haya sido declarado vencedor, y la lógica apela a sus dirigentes a que sean más sensibles a los temas sociales. Lo que preocupa a los argelinos son las malas condiciones en que viven millones de ellos de las clases sociales más bajas. Estas elecciones son también un toque de atención al presidente Buteflika, para que consiga que despeguen de una vez por todas las reformas sociales y económicas.