Paisley y McGuinness prometen una paz duradera en el Ulster

Imanol Allende CORRESPONSAL | LONDRES

INTERNACIONAL

PAUL FAITH

Tony Blair pone el proceso en Irlanda del Norte como ejemplo para otros países Los ex enemigos juraron como dirigentes del nuevo Gobierno compartido

08 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

«Desde lo más hondo de mi corazón puedo decir que hoy Irlanda del Norte inicia un tiempo de paz, un tiempo en el que el odio ya no reinará». Con estas palabras, el primer ministro norirlandés, Ian Paisley, saludaba ayer, tras jurar su cargo, la formación de un Gobierno compartido con sus más acérrimos enemigos: los republicanos católicos del Sinn Féin. Tanto el unionista como su desde ayer número dos, el ex dirigente del IRA, Martin McGuinness, han prometido trabajar para poner fin al odio que aún impera entre las dos comunidades y que durante treinta años regó las tierras del Ulster con la sangre de 3.700 muertos. En el acto de devolución de la autonomía en el castillo de Stormont (Belfast) estuvieron presentes los primeros ministros del Reino Unido, Tony Blair, e Irlanda, Bertie Ahern, principales artífices del proceso de paz, así como el senador norteamericano Edward Kennedy. Tras la jura, el reverendo Paisley, apodado el Doctor no , reconoció que si en el pasado le hubieran dicho que un día formaría parte de un Gobierno con el Sinn Féin, no lo hubiera creído. «Pero dejadme que os diga una cosa -señaló el veterano político en la Asamblea - eso era ayer, hoy es hoy y mañana será mañana». Y agregó: «Juntos estamos creando una Irlanda del Norte en la que todos podamos vivir en paz igualitaria ante la ley». McGuinness se dirigió a la Asamblea en parecidos términos, indicando que el objetivo de este Gobierno será el de unir a la dividida comunidad norirlandesa «para ofrecer un mejor futuro a todos sus habitantes». También deseo lo mejor a Paisley, «ahora que hacemos frente al reto más apasionante de nuestras vidas». McGuinness prometió apoyar a la policía del Ulster y a los tribunales británicos, algo impensable hace unos años. Tony Blair, quien durante sus diez años de mandato ha colocado como uno de sus principales objetivos llegar al día de ayer, recibió una larga ovación por parte de todos los presentes. Tras señalar que el Ulster tiene la opción de escapar de las cadenas de la historia que la habían condenado a ciclos de violencia sectaria, indicó que su ejemplo «puede servir de lección para otros conflictos en el mundo». Incluso el taoiseach Ahern destacó el esfuerzo de Blair cuando dijo: «Ha sido el político con más éxito desde el punto de vista irlandés». Paisley y McGuinness tomaron té en una oficina de Stormont, en donde reinó la distensión. «Aquí estoy, un abuelo, comenzando un trabajo, cuando usted más joven lo abandona», dijo el reverendo en relación a la marcha de Tony Blair de Downing Street. A lo que Blair respondió: «Quizás debería de aprender de usted y continuar con mi carrera política hasta los 80 años».