Bush se medirá a Chávez en una gira de una semana por Latinoamérica

Óscar Santamaría corresponsal | nueva york

INTERNACIONAL

El presidente cambia su discurso sobre la región y prioriza ahora la lucha contra la pobreza El líder venezolano contraataca con un viaje en los mismos días a Bolivia y Argentina

05 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

George W. Bush se medirá con Hugo Chávez en su propio terreno. El presidente estadounidense comenzará el próximo jueves una gira de una semana, del 8 al 14 de marzo, que le llevará a Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México, con el objetivo de neutralizar la creciente influencia del mandatario venezolano en la región. Para ello, el republicano ha escogido una lista de países amigos de los que recibirá sonrisas y buenas palabras dejando fuera de su agenda aquellos en los que no es bienvenido: además de Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, todos ellos cortejados y mimados por Caracas y su llamada «petrodiplomacia». Precisamente, este será uno de los aspectos que Bush tratará de desarticular: el poder que ejerce Venezuela entre sus aliados gracias a los ingresos que obtiene por el petróleo. Para ello, el presidente estadounidense tiene una importante cita en Brasil, donde quiere estrechar una alianza ecológica con la firma de un acuerdo para la producción y promoción conjunta del biocombustible conocido como etanol, una alternativa al petróleo del que Estados Unidos es, como ha reconocido el propio Bush, «adicto». Buena parte de esa adicción es mitigada desde Caracas. En un discurso en Washington, Bush anunció ayer que la Casa Blanca organizará «en los próximos meses» una conferencia para discutir «formas más efectivas» para ayudar a Latinoamérica, aunque sin dar detalle. «Estamos comprometidos en ayudar a la gente a salir de la pobreza», dijo ante representantes de la comunidad hispana, cambiando radicalmente su discurso sobre la región, centrado hasta ahora en el fortalecimiento de la democracia y el libre comercio. Borrar errores Según sus asesores, el viaje de Bush tiene como objetivo borrar la errónea percepción de que el mandatario ha dejado de lado a la región, subrayando que la ayuda económica destinada a América Latina ha pasado de 862 millones de dólares en 2001 a 1.700 millones para 2008. No obstante, es evidente que la región quedó relegada a un oscuro puesto entre las prioridades de la política exterior americana tras los atentados del 11-S, centrada desde entonces en la lucha contra el terrorismo y en su posición en Medio Oriente. Algunas voces críticas han responsabilizado a Bush y su poco interés respecto a sus vecinos del sur del resurgimiento de la izquierda que ahora le hace sombra. Gira alternativa Por su parte, Chávez ya se ha encargado de caldear el ambiente. Como viene haciendo desde hace meses, no hay semana que pase sin que arremeta contra Bush -al que llamó «demonio» desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado- y su Gobierno. El domingo volvió a acusar a la CIA de querer asesinarlo. También ha denunciado los intentos del tejano por bloquear la expansión del Mercosur. Y ha decidido pasar a la acción. Así, se embarcará en una gira paralela que le llevará a Argentina y Bolivia. En Buenos Aires ya están organizando un mega evento el viernes al que está previsto que acudan unas 40.000 personas que coincidirá con la presencia del estadounidense en el vecino Uruguay. Por su parte, el presidente de Brasil, Lula da Silva, descartó ayer la posibilidad de que Bush aproveche la entrevista que mantendrán en São Paulo para buscar formas de «neutralizar» la influencia de Chávez. «No creo que Bush venga a conversar sobre un asunto como ese, entre otras cosas porque respeto la soberanía de los otros países», dijo Lula.