Cientos de jóvenes, detenidos tras graves disturbios en Copenhague

Slim Allagui COPENHAGUE

INTERNACIONAL

JENS NOERGAARD LARSEN

El desalojo de un centro cultural provocó una batalla campal entre manifestantes y agentes Alerta policial en la capital danesa ante el temor de que se repitan los enfrentamientos

02 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

La policía danesa estaba anoche alerta ante el temor de nuevos enfrentamientos en Copenhague, después de la violencia desencadenada el jueves tras el desalojo de un centro cultural de extrema izquierda, símbolo de la cultura underground desde hace 25 años. Según el portavoz de la policía, Flemming Steen Munch, «217 personas fueron detenidas en 24 horas, entre ellas 17 extranjeros» (alemanes, franceses, noruegos, polacos, lituanos, estadounidenses y neozelandeses). «Nos vimos sorprendidos por la amplitud de los enfrentamientos y la violencia salvaje de los manifestantes [...], a los que prefiero llamar bandidos porque no respetaron nada», declaró el portavoz. Los enfrentamientos comenzaron tras la evacuación del edificio de cuatro pisos que durante años ha albergado a intelectuales, músicos pop y talentos underground como la cantante islandesa Björk. Hace más de 20 años, el Ayuntamiento de Copenhague puso a disposición de los jóvenes ese edificio, llamado Ungdomhuset , pero luego fue vendido a una comunidad cristiana, que el año pasado obtuvo un permiso de expulsión de los ocupantes. A pesar de la calma aparente que reinó ayer durante todo el día, las fuerzas del orden temían nuevos disturbios durante la madrugada de hoy. «Estaremos presentes en las calles el tiempo que haga falta y con tantos hombres como sea necesario para mantener el orden», afirmó el portavoz. La policía de la capital danesa pidió «refuerzos de todas las demás regiones del país», dijo, sin precisar el número de policías movilizados para hacer frente a eventuales disturbios. La mayoría de los políticos, empezando por el primer ministro, condenaron los alborotos. «Es profundamente deplorable que algunos alborotadores sigan sembrando el desorden», declaró Anders Fogh Rasmussen, que «condenó vigorosamente» los hechos. «Guerra callejera», «Noche de odio», «Guerra salvaje entre jóvenes y agentes» son algunos de los titulares de la prensa danesa que reflejaban la batalla campal del jueves en el barrio de Noerrebro. Los disturbios trajeron a la memoria los sangrientos enfrentamientos de mayo de 1993 en ese mismo distrito, tras el sí al referendo del Tratado de Maastricht. También se registraron incidentes en otros barrios como Christianshavn, cerca de la comunidad hippy de Christiania. Los manifestantes incendiaron coches, levantaron barricadas y lanzaron adoquines y cócteles molotov a las fuerzas del orden. Los sucesos de Copenhague dieron lugar a manifestaciones espontáneas ante las embajadas danesas en Oslo, Estocolmo, Berlín, Hamburgo y Viena.