El tribunal de la ONU exculpa a Serbia de genocidio en Bosnia

Maite Rodal LA HAYA

INTERNACIONAL

DAMIR SAGOLJ

Concluye que la matanza se cometió en Srebrenica, pero no la atribuye a Belgrado Al no ver intención, la sentencia desestima pagar indemnizaciones a las víctimas

26 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), máximo órgano judicial de la ONU, concluyó ayer que hubo un genocidio en la ciudad bosnia de Srebrenica en 1995, pero eximió de responsabilidad a Serbia, aunque admitió que ni previno ni castigó esa matanza de 8.000 varones musulmanes. Es la primera vez que un Estado es juzgado por genocidio, un calificativo establecido en la Convención de la ONU en 1948 tras el Holocausto. Si hubiera fallado en favor de Bosnia, habría permitido pedir a Serbia miles de millones de dólares en compensación. El tribunal sentenció ayer sobre la demanda planteada en 1993 por Bosnia contra Serbia por su supuesta responsabilidad en el genocidio contra musulmanes ocurrido durante la guerra civil bosnia de 1992-95. El TIJ no puso en duda la comisión del genocidio en Srebrenica, pero su presidente, Rosalyn Higgings, explicó en la lectura de la sentencia que el crimen no puede atribuirse legalmente a Serbia, porque «la decisión de matar a los varones musulmanes en Srebrenica fue tomada por algunos miembros del Ejército de los serbios de Bosnia, pero sin el control efectivo de la entonces República Federal Yugoslava». Artículo IX Para los jueces, que basan su competencia en el artículo IX de la Convención de Genocidio de 1948, la comisión de genocidio implica la intención de destruir a un grupo o parte del mismo. Argumentaron que el genocidio de Srebrenica no fue llevado a cabo «a través de órganos o personas de Serbia cuyos actos implican su responsabilidad bajo el derecho internacional». También desestimaron que Serbia hubiera cometido el crimen de «complicidad en genocidio» porque, a pesar del apoyo militar y económico de Belgrado a la región serbia de Bosnia (República Srpska), no pudo demostrarse que las autoridades serbias tuviesen la «intención» de destruir a los musulmanes bosnios. «La decisión de matar a la población masculina de los musulmanes de Bosnia fue tomada por algunos miembros del Ejército de la República Srpska sin instrucciones ni control efectivo» del régimen de Slobodan Milosevic, indica la sentencia. La jueza Higgings resaltó que el tribunal estimó que Belgrado violó la Convención de Genocidio en lo que se refiere a la prevención de ese crimen, porque no «hizo nada» para evitarlo «a pesar de los lazos políticos, militares y financieros entre las autoridades [yugoslavas] y la república de los serbobosnios». También violó la Convención en lo que respecta al castigo de ese crimen, porque no colaboró plenamente con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) a la hora de transferir a responsables como el general Ratko Mladic, todavía prófugo. Al determinar que el Estado serbio no es directamente responsable, el tribunal desestimó una indemnización económica. Los representantes musulmanes y croatas de Bosnia manifestaron su decepción por el fallo, mientras el Gobierno de Belgrado expresó su satisfacción. El miembro musulmán de la presidencia tripartita de Bosnia, Haris Silajdzic, destacó no obstante que es importante que el tribunal confirmase que Serbia no impidió la matanza. Por su parte, el presidente serbio, Boris Tadic, resaltó la importancia de que el Parlamento serbio adopte cuanto antes una declaración para condenar la masacre, y que se complete la cooperación con el TPIY.