La nefasta campaña de Sarkozy y Royal hace cobrar protagonismo al centrista François Bayrou

Esperanza Suárez CORRESPONSAL | PARÍS

INTERNACIONAL

VINCENT KESSLER

16 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Poco a poco un tercer hombre se consolida como alternativa a los dos grandes en la campaña electoral francesa: François Bayrou, presidente de los centristas de la Unión por una Democracia Francesa (UDF) cuenta con robar en la segunda vuelta el protagonismo que en el 2002 consiguiera el ultraderechista Jean-Marie Le Pen al desplazar al socialista Jospin y enfrentarse con Chirac. Los últimos sondeos le dan entre un 12 y un 14% de la intención de voto, el doble de lo que consiguió en las anteriores presidenciales. Pero una encuesta publicada ayer por Le Figaro le concede un grado mucho mayor de credibilidad: el 74% de los franceses están de acuerdo con él cuando denuncia «la feria de las promesas» del resto de candidatos y su distribución entre los distintos sectores sociales «como si fuera navidad». Critica tanto a Nicolás Sarkozy como a Ségolène Royal y espera beneficiarse del voto de los barrios difíciles que se sublevaron en noviembre del 2005, porque interpreta el voto a la extrema derecha de hace cinco años como «una voluntad de dar una patada al hormiguero». Pero no es el único. También Le Pen cree haber descubierto una auténtica cantera electoral entre los franceses de origen extranjero. Se lo dijo uno de sus recientes fichajes, el humorista de color Dieudonné, recién condenado por injurias racistas contra los judíos. El líder del Frente Nacional prodiga gestos, no siempre con el respaldo de la mayoría del partido, para hacer bueno el pronóstico del rapero negro Rost: «Si Le Pen y Sarkozy se enfrentan en la segunda vuelta, los suburbios votarán a Le Pen». Pero el ultraderechista ha perdido ya el tercer puesto en los sondeos en beneficio del centrista, que se beneficia de un sector del electorado socialista desencantado, pero también de votantes de la derecha que le han descubierto como un hombre sencillo y con posiciones razonables. Origen campesino La nefasta campaña de Sarkozy y Royal ha aupado a Bayrou. Sus orígenes modestos y campesinos le acercan al ciudadano de a pie, con la incalculable colaboración de un sector de la prensa. Su paso por el ministerio de Educación con Edouard Balladour le acredita como gestor, aunque no siempre sea un aliado fiable: los centristas unieron su voto a la moción de censura presentada por los socialistas contra el primer ministro Dominique de Villepin a raíz del contestado Contrato de Primer Empleo (CPE).