Mercosur cierra su cumbre en medio de reproches y críticas entre sus miembros

Jorge Svartzman RÍO DE JANEIRO

INTERNACIONAL

19 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Los presidentes del Mercosur clausuraron ayer una cumbre de dos días en medio de reproches y polémicas, y con un tono político marcado por las críticas de Bolivia y Venezuela a Estados Unidos. La reunión, a la que asistieron mandatarios de países del área andina, Surinam y Guyana, logró tibios avances en el objetivo de calmar el descontento de Uruguay y Paraguay, los socios menores que exigen mejores condiciones para comerciar. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le dio tono político a la cita al pedir al Mercosur que enfrente el «imperialismo» y el neoliberalismo, postura compartida por su colega de Bolivia, Evo Morales, que aspira a integrarse en el bloque regional como miembro pleno. «En esta nueva era se impone el retorno de la política, la ideología. No el mercado», dijo Chávez. «Terminó la época neoliberal en América Latina. No permitamos que vuelva y, mucho menos, las dictaduras», añadió ante los mandatarios, la mayoría de ellos defensores de posiciones de izquierda. Ataques a Colombia El presidente de Bolivia tocó en la misma tecla y desató una polémica al hablar de Colombia. «Los países que viven con dignidad, con soberanía, antiimperialistas, antineoliberales, crecen económicamente», afirmó Morales. «En Colombia, con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, Estados Unidos ha invertido millones y millones, pero sigue habiendo déficit fiscal con déficit comercial», agregó. El presidente Álvaro Uribe replicó que defiende una integración regional de mayor «diversidad» ideológica y pidió respeto a su posición. «América Latina tiene que comprender su diversidad y respetarla», sin fundirse en «un modelo único», pues «en un modelo único no cabemos todos», afirmó. Morales no dudó tampoco en cargar contra Brasil, cuyo presidente Lula da Silva abogó por que los mayores socios del bloque ayuden a las economías menores y tengan generosidad. El líder boliviano dijo que «cuando Lula habla de solidaridad es importante», pero que su país quiere por su gas «un precio justo, no solidario». «No es posible que Bolivia siga subvencionando gas a Brasil», afirmó. Los presidentes de Uruguay y Paraguay, por su parte, volvieron a plantear la urgencia de que sean mejoradas las condiciones de acceso a los mercados, que, según sostienen, favorecen a Argentina y Brasil, los socios mayores del bloque. En apoyo de ambos se aprobaron los primeros proyectos financiados con un fondo de 100 millones de dólares aportados por Brasil y Argentina.