Pinochet justifica el golpe de Estado en una carta póstuma y admite que le faltó sabiduría

La Voz EFE | SANTIAGO DE CHILE

INTERNACIONAL

25 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

El ex dictador chileno Augusto Pinochet justificó en una carta póstuma el cruento golpe militar que lo llevó al poder en 1973, pero lamentó los dolores que causó, por lo cual, si se repitiesen las circunstancias de entonces, volvería a hacerlo, pero «con mayor sabiduría». Mensaje a mis compatriotas es un documento póstumo que el ex gobernante (1973-1990) dejó a los directivos de la fundación que lleva su nombre. Está dirigido a los chilenos «sin excepción» y en él expresa su deseo de que sea difundido tras su muerte, el pasado día 10. «En mi corazón no he dejado lugar para el odio», afirma en el texto. «Amo a la Patria; amo a todos ustedes. Por amor se pueden hacer muchas cosas buenas y muchas malas. Acertadas y erróneas», sostiene. Afirma que en los años setenta el mundo estaba inmerso en la Guerra Fría y que Chile «empezó a arder y se encajonaba, sin escape» y que «se avecinaba a una guerra civil con miles de muertos». Tras comentar que una guerra es «lo peor que le puede ocurrir a una sociedad», Pinochet afirma que la «mayoría de la población se inclinaba por eliminar la imposición de una dictadura marxista», en alusión al Gobierno de Salvador Allende. Procedimientos Argumenta que fue preciso «emplear diversos procedimientos de control militar, como reclusión transitoria, exilios autorizados y fusilamientos con juicio militar». Su dictadura dejó 3.000 víctimas entre muertos y desaparecidos y casi 30.000 torturados. «No se puede descargar con simpleza la responsabilidad de un sinnúmero de extralimitaciones porque no hubo un plan institucional para ello. Los conflictos graves son así y siempre serán así: fuente de abusos y exageraciones», justifica. Sostiene que actuó «con rigor, pero con mucha más flexibilidad que la que se me reconoce», por lo que siempre se refería a una «dictablanda». Líderes de la derecha y del oficialismo chileno calificaron el texto de «insatisfactorio» y «maquillaje histórico».