Bush admite, por primera vez, similitudes entre Irak y Vietnam

Óscar Santamaría CORRESPONSAL | NUEVA YORK

INTERNACIONAL

El baño de sangre inclina los sondeos a favor de los demócratas en las elecciones legislativas La Casa Blanca descarta cambiar su estrategia en el país árabe y mantendrá las tropas

19 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Por primera vez, y tras meses evitando hacer caso al creciente número de voces que así lo señalan, George W. Bush admitió cierto paralelismo entre lo que sucede en Irak con la guerra en Vietnam. Fue durante una entrevista con la cadena ABC en la noche del miércoles cuando el presidente aceptó, después de haberlo negado en varias ocasiones, la comparación. Preguntado sobre qué opinaba acerca de un artículo aparecido en The New York Times en el que el columnista Thomas Friedman afirmaba que el actual nivel de violencia en el país árabe era «el equivalente de los yihadistas a la ofensiva Tet», ocurrida en Vietnam en enero de 1968, dijo lacónico: «Puede tener razón». Dicha ofensiva es considerado por los historiadores como un punto de inflexión en la sangrienta guerra de Vietnam, que ayudó a erosionar de forma notable la moral de las tropas y del pueblo estadounidense y que llevó a mínimos históricos la popularidad del presidente Lyndon Johnson, que decidió no presentarse a la reelección ese mismo año, haciéndose con la Casa Blanca Richard Nixon. La ofensiva Tet fue llevada a cabo por las tropas comunistas, que en varios días lanzaron masivos ataques en todo el país. A pesar de que EE.UU. logró controlar la situación, los americanos interpretaron lo sucedido como el principio del fin. Sobre el paralelismo, Bush añadió que «sin duda, el nivel de violencia ha crecido y nosotros nos acercamos a unas elecciones», en este caso las legislativas del 7 de noviembre y en la que los republicanos podrían perder el control en el Capitolio, entre otras cosas por la situación de caos y el aumento de los soldados muertos en Irak, que se acercan a los 3.000. Una encuesta para The Wall Street Journal y la NBC muestra cómo los conservadores están en su nivel más bajo de apoyo y que casi la mitad de los estadounidenses quieren un cambio de rumbo en el Congreso. Un 75% rechaza la gestión del Legislativo y un 52% de los votantes apuesta por los demócratas. Un día después de las declaraciones de Bush, la Casa Blanca aclaró ayer que Irak no afronta un «punto de inflexión» como el Vietnam de 1968, y su portavoz explicó que el presidente no hizo más que repetir lo que había dicho antes que «los terroristas tratan de usar a los medios para influir en la opinión pública de EE.UU.». Las mismas fuentes indicaron que el Gobierno no tiene previsto un cambio de estrategia en Irak que contemple la salida inmediata y total de las tropas. Lo que sí hará el Ejército es revisar sus tácticas para controlar a la insurgencia. «El enemigo se está adaptando y tenemos que hacer cambios», dijo el teniente coronel Christopher Garver desde Bagdad.