Adiós al «tiranosaurio» paraguayo

Robert Mur corresponsal | s. de chile

INTERNACIONAL

STRINGER

Su proximidad ideológica con los nazis convirtió su país en un refugio para muchos criminales de guerra, como el «ángel de la muerte» de Auschwitz, Josef Mengele

16 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El ex dictador paraguayo, Alfredo Stroessner, murió ayer a los 93 años, exiliado, en un hospital de la capital brasileña, Brasilia. Stroessner ostenta el registro de ser el gobernante derechista que durante más tiempo logró retener el poder en una dictadura militar latinoamericana del siglo XX, concretamente entre 1954 y 1989. Ese récord nada reconfortante hizo que el escritor opositor Augusto Roa Bastos, quien pasó la mayor parte de su vida en el exilio, bautizara al dictador como el «tiranosaurio». Nacido en 1912, de padre alemán y madre paraguaya, el general Stroessner era comandante en jefe de las Fuerzas Armadas cuando el 4 de mayo de 1954 derrocó al presidente civil Federico Chávez e instauró un régimen totalitario marcado por el culto a su personalidad. Todo en Paraguay era bautizado con el nombre del dictador: calles, hospitales, carreteras, aeropuertos. Escritores y artistas pagados por el Gobierno inmortalizaban al tirano en sus creaciones. Un «enviado divino» Sus partidarios le impusieron el apelativo de Único líder, y el mismo Stroessner impulsó la creación de la secta político-religiosa Pueblo de Dios, que todavía existe. Para esta congregación, autodefinida como «católica, apostólica y paraguaya», el mandatario era un enviado divino y su retrato figuraba en sus iglesias al mismo nivel que el resto de iconografía católica. Ese nacionalcatolicismo y su origen alemán acercaban a Stroessner al pensamiento nazi. De hecho, muchos criminales de guerra alemanes hallaron cobijo en el país, como el ángel de la muerte de Auschwitz, Josef Mengele. El dictador, que dirigía el país como una finca particular, con el apoyo del, hasta hoy día hegemónico, Partido Colorado, fue una referencia para sus pares latinoamericanos. Stroessner llegó a refugiar a algunos de ellos, como el nicaragüense Anastasio Somoza, asesinado en Asunción en 1980. El chileno Augusto Pinochet nunca huyó a Paraguay, pero por si acaso se hizo construir allí una mansión que nadie habitó y que aún está en pie. Unos 1.000 asesinatos Stroessner y Pinochet entablaron una estrecha relación, que se materializó en la operación Cóndor, diseñada junto a las dictaduras de Brasil, Uruguay, Argentina, Bolivia y Perú para hacer desaparecer a opositores políticos. Se calcula que durante los 35 años de gobierno de Stroessner unas mil personas fueron asesinadas, una elevada cifra si se tiene en cuenta que en 1954 la población de Paraguay no llegaba a los dos millones de habitantes. El Único líder fue derrocado en 1989 por su consuegro, el general Andrés Rodríguez, número dos del régimen, que dio paso a las elecciones democráticas. Stroessner fue acogido entonces por el Gobierno brasileño, a cambio de no hacer declaraciones políticas, lo cual cumplió a raja tabla para poder librarse de comparecer ante los tribunales paraguayos que lo encausaron por crímenes de lesa humanidad. Se calcula que la fortuna de la familia Stroessner ronda los 230 millones de euros.