Ochenta mil personas despiden a Milosevic antes de ser enterrado

La Voz EFE | POZAREVAC

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La familia no acudió por las amenazas de las autoridades, según los socialistas serbios Políticos rusos y ultranacionalistas serbios, entre el medio centenar de asistentes al sepelio

18 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

El féretro con los restos mortales del ex presidente serbio y yugoslavo Slobodan Milosevic fue enterrado ayer en el jardín de su casa familiar en Pozarevac, sin honores de Estado y sin la presencia de su esposa e hijos. Rodeado de medio centenar de sus próximos colaboradores y amigos, bajo una fuerte lluvia, el féretro fue introducido en la tumba junto a un árbol y entre los acordes de la marcha fúnebre y de los sonidos melancólicos de unas canciones rusas. El acceso a la tumba en la que ya reposa Milosevic fue preparado con una amplia alfombra verde que cubre casi todo el jardín, de unos 30 metros de largo por 20 de ancho. En la tumba está inscrito en letras doradas el nombre del ex dirigente serbio, las fechas de su nacimiento y muerte, y el nombre de su viuda, Mirjana Markovic, y la fecha de su nacimiento. En torno al lugar donde fueron enterrados sus restos mortales, fueron colocadas las coronas de su viuda, sus hijos, Marko y Marija, y la de su hermano Borislav Milosevic, por separado, y una conjunta. Los familiares de Milosevic no viven en Serbia desde hace algunos años y no quisieron volver para esta ocasión. La tumba está situada al pie de un tilo, árbol adorado por Mirjana Markovic. A unos metros, en las paredes de la casa familiar de una planta fueron colocadas rosas rojas y blancas. En la ceremonia del entierro no hubo ritos religiosos ya que Milosevic era ateo, según explicaron anteriormente los organizadores del sepelio, del Partido Socialista de Serbia (SPS). Autoridades Entre los que asistieron al acto, en profundo silencio y algunos de ellos con lágrimas en los ojos, estuvieron los altos cargos del SPS y varios invitados rusos, entre ellos uno de los vicepresidentes de la Duma, Serguéi Baburin, y el líder de los comunistas rusos, Guenadi Ziugánov. También estuvieron los ex jefes del Estado Mayor del Ejército yugoslavo Nebojsa Pavkovic y Dragoljub Ojdanic, y el ex vicepresidente del Gobierno yugoslavo Nikola Sainovic, los tres acusados de crímenes de guerra y en libertad provisional hasta el inicio del juicio ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Asistieron al acto además los líderes del ultranacionalista partido radical serbio Tomislav Nikolic y Aleksandar Vucic, y el ex presidente yugoslavo Zoran Lilic. Fuera del jardín, un cordón policial tuvo que impedir que miles de seguidores de Milosevic que llevaban sus fotos, banderas serbias y del SPS, y flores, se acercaran a la tumba. Previamente, en el centro de Belgrado, frente al Parlamento de Serbia y Montenegro, se celebró la ceremonia central de despedida de Milosevic, a la que asistieron unas 80.000 personas. Los manifestantes, que hacían ondear banderas serbias y otras rojas del SPS, llevaban también broches con la efigie del ex presidente. Muchos aseguraron que fueron movilizados por las secciones locales de sus partidos. El vicepresidente de SPS Milorad Vucelic abrió la conmemoración leyendo el comunicado difundido el viernes en el que informó que ninguno de los miembros de la familia del ex presidente acudiría al funeral por las «amenazas y chantajes» de las autoridades a su viuda..