Un médico sugiere que Milosevic tomó un fármaco para empeorar

F. Bichon / E. Müller LA HAYA

INTERNACIONAL

SERGEI CHIRIKOV

Rusia desconfía de la autopsia y cuatro de sus forenses revisarán los resultados Acusa a expertos de Serbia o Moscú de facilitar los medicamentos al ex presidente yugoslavo

13 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

GRITOS DE «ASESINOS» EN MOSCÚ. Un activista del Partido Comunista grita «asesinos» a los jueces de La Haya durante una manifestación celebrada frente a la embajada norteamericana en la capital rusa. Una tercera teoría sobre el origen de la muerte de Slobodan Milosevic -además de las del envenenamiento y el suicidio- surgió ayer cuando un toxicólogo holandés sugirió que el ex dictador había muerto debido al uso deliberado de un medicamento que anula el tratamiento contra la hipertensión que le fue prescrito por los médicos de la prisión de Scheveningen. A estas especulaciones se unieron las dudas sobre la autopsia expresadas por Moscú y su decisión de enviar expertos forenses a La Haya. Los resultados preliminares de la autopsia efectuada por médicos holandeses y serbios indicaron que Milosevic, de 64 años, murió de un infarto de miocardio, pero no se conocerá el informe completo y las pruebas toxicológicas hasta dentro de unos días. El toxicólogo Ronald Uges afirmó en varias entrevistas a la prensa que en un análisis de sangre efectuado hace un par de semanas al ex presidente había descubierto rastros de Rifampicina, un fármaco que reduce el efecto de las medicinas que ingería Milosevic para combatir su hipertensión e inducir por tanto «un infarto». «No creo que haya ingerido esa medicina para suicidarse y es posible que lo haya hecho para hacer un viaje de ida a Moscú», dijo. Pienso que era su última posibilidad para escapar de La Haya», añadió Uges al referirse al intento de Milosevic de obtener un permiso para seguir un tratamiento en una clínica de Moscú, petición rechazada por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Uges llevó a cabo el análisis por encargo de un hematólogo contratado por el tribunal para determinar por qué las medicinas no lograban reducir la hipertensión que sufría el ex dictador. «El medicamento no puede haber sido suministrado por aficionados», insistió el toxicólogo, al sugerir que la droga había llegado a manos del ex presidente en forma clandestina. «Él debe haber sido asistido por farmacólogos especializados en su país o en Moscú. El diario belga Le Soir publicó ayer que el pasado enero se hallaron medicamentos no prescristos en la celda del acusado. Medidas de seguridad Pero las afirmaciones de Uges, en lugar de esclarecer el misterio que rodea la muerte de Milosevic, puso en entredicho las medidas de seguridad que existen en la cárcel de Scheveningen. De forma indirecta, el experto responsabilizó de la muerte al TPIY, que no reaccionón cuando se descubrió la existencia de Rifampicina en la sangre del fallecido. La nueva teoría fue desmentida por el abogado del fallecido, Zdenko Tomanovic, que insistió que su cliente no sabía que estaba ingiriendo Rifampocina y que temía por su vida. «Incluso me pregunto: ''¿Cómo han podido encontrar esa droga en mi sangre cuando jamás he usado ese medicamento?''». En cambio, Tomanovic insistió en la teoría del envenenamiento, que dio a conocer el domingo pasado al revelar el contenido de una carta de seis folios que escribió Milosevic un día antes de su muerte y en la que señalaba que tenía miedo de ser envenenado. La existencia de la carta fue confirmada por Moscú, que también puso en duda el resultado de la autopsia realizada al cadáver de Milosevic. Para evitar nuevas sospechas, las autoridades de La Haya concedieron un visado de siete días a cuatro forenses rusos para revisar los resultados de la autopsia.