Milosevic muere en prisión sin haber sido sentenciado

T. P. Spieker / Thomas Brey LA HAYA/BELGRADO

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El tribunal niega cualquier responsabilidad en su fallecimiento, pese a las acusaciones de sus familiares Un asesor jurídico del ex líder pide que la autopsia se realice en Moscú

11 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Fue Slobodan Milosevic muriera durante el juicio en su celda de la cárcel de la ONU en La Haya era la peor pesadilla posible para el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Y ayer se hizo realidad. A primera hora del día, un guardia encontró al ex presidente yugoslavo de 64 años sin vida en su cama de la celda en el centro de detención de Scheveningen. Así, el juicio por genocidio y crímenes de guerra al que se enfrentaba desde febrero del 2002 termina sin que se dicte un fallo, a dos meses de su final. El cuerpo sin vida del que fue bautizado por Washington como el «carnicero de los Balcanes» fue encontrado sin signos aparentes de violencia. «No hay signos de suicidio, aunque no podemos decir que falleció de muerte natural hasta el informe» de la autopsia y de los análisis toxicológicos que se ha ordenado realizar, explicó el portavoz Christian Chartier. El abogado Steven Kay, que fue nombrado de oficio para asistir a Milosevic, declaró ayer que pese al historial de suicidios en la familia del ex dirigente, éste le había dicho que quería concluir su batalla ante los jueces. Su muerte se produjo cinco días después del suicidio del ex líder de los serbios de Croacia Milan Babic en su celda, donde cumplía una pena de 13 años por crímenes cometidos contra civiles no serbios en la rebelde Krajina, en el este de Croacia. La fiscala jefa del TPIY, Carla del Ponte, afirmó que la muerte de Milosevic pocas semanas antes de concluir el juicio «impedirá que se haga justicia en su caso», pero pidió que prosigan los esfuerzos para detener a los dirigentes serbobosnios prófugos Radovan Karadzic y Ratko Mladic, también acusados de los mismos delitos. Y el tiempo apremia. Antes del 2010 la corte tiene que haber terminado con su trabajo, según reclaman los países que la financian. Sin una condena firme contra los principales responsables de la guerra de los Balcanes, quedará la impresión de que la comunidad internacional dejó escapar a los peces gordos y sólo se ocupó de los segundones. El juicio, en el que Milosevic se enfrentaba a 66 cargos de genocidio y crímenes de guerra cometidos en Croacia, Bosnia-Herzegovina y Kosovo, tuvo que ser suspendido en más de una veintena de ocasiones en los últimos cuatro años, debido al frágil estado de salud del acusado, que padecía hipertensión crónica y problemas de corazón. Sin embargo, el fiscal Geoffrey Nice lo acusó en repetidas ocasiones de no tomar su medicación para retrasar el proceso. Acusaciones de la viuda El tribunal denegó el mes pasado una petición de Milosevic para recibir tratamiento médico en Moscú, por considerar que podía obtener los mismos cuidados en Holanda. Pero sobre todo porque no creyeron que el astuto dirigente fuera a regresar por su voluntad a la cárcel. Esta negativa llevó ayer a su viuda Mirjana y a su hermano mayor Borislav a responsabilizar al TPIY de su muerte, una alegación rechazada con firmeza por la instancia de La Haya. Según Chartier, la autopsia y los exámenes toxicológicos para determinar la causa del fallecimiento se efectuarán en el Instituto Forense Holandés de La Haya en presencia de un médico serbio, y tardarán varios días. El asesor jurídico de Slobodan Milosevic, Zdenko Tomanovic, ya ha pedido que la autopsia se realice en Moscú. La inesperada muerte de Slobodan Milosevic levantó de inmediato en Serbia especulaciones sobre su asesinato. La tesis del crimen contribuirá a la teoría conspirativa de sus seguidores que afirma que la instancia judicial de las Naciones Unidas es un medio creado por Occidente para destruir a Serbia. La muerte de Milosevic es un duro golpe para el Tribunal Penal Internacional creado tras la guerra en Bosnia. Incluso su portavoz, Chartier, reconoció que es «el final brutal y desgraciado de un proceso muy importante».