EE.UU. vuelve a la guerra de carteles en el centro de La Habana

Isabel Sánchez LA HABANA

INTERNACIONAL

17 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

El nuevo representante de Estados Unidos en Cuba, Michael Parmly, a quien Fidel Castro tilda de «bandido», volvió a la carga con una guerra informativa: ilumina las noches del Malecón con noticias y mensajes de libertad, transmitidos en un panel gigante en la fachada de su oficina y que puede leerse desde una distancia de 100 metros. La pantalla electrónica, que despliega letras de luces rojas de más de un metro de altura en el quinto de los seis pisos de la sede de la misión diplomática, fue inaugurada la noche del lunes. «La intención es romper el bloqueo informativo al que están sometidos los cubanos. Será una manera de comunicarse con ellos», declaró un portavoz de la misión diplomática. La Oficina de Intereses de Estados Unidos precisó que el panel consta de 25 pantallas y fue inaugurado en conmemoración del 77 aniversario del natalicio del líder de los derechos civiles estadounidense Martin Luther King. Sorprendidos, los habaneros vieron la secuencia de mensajes que incluyeron citas célebres de Luther King -asesinado en 1968- y artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos sobre la libertad de expresión, reunión, asociación y participación política. Tras anunciar «titulares de hoy», el panel desplegó varias noticias, entre ellas el triunfo de «la socialista Michelle Bachelet» en Chile, y la posición de Europa y Estados Unidos que «de continuar con sus actividades nucleares, Irán debería ser llevado al Consejo de Seguridad de la ONU». Con la proyección de los mensajes, Parmly, quien asumió en septiembre, abre un nuevo capítulo de la llamada «guerra de los carteles», que inauguró su antecesor, James Cason, cuando en el 2004 instaló en los jardines un cartel navideño con el número 75, en alusión al encarcelamiento de igual número de disidentes en el 2003. Cuba pidió la retirada del cartel pero, ante la negativa, colocó vallas con fotos de torturas realizadas por estadounidenses en Irak con mensajes como «Fascistas. Made in Usa» y «Exigimos justicia».