La campaña chilena finaliza con la vista puesta en la segunda vuelta

Robert Mur CORRESPONSAL | SANT. DE CHILE

INTERNACIONAL

Los sondeos dan vencedora a Bachelet, pero obligada a una nueva cita electoral El Berlusconi chileno y un miembro del Opus se disputan estar con la socialista en la última ronda

08 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Medio millón de personas viven en Puente Alto, el municipio más poblado de Chile. Situado en el extrarradio de Santiago, está enganchado a la cordillera de los Andes y es, en realidad, una ciudad dormitorio, de clase trabajadora, y estigmatizada por la delincuencia. Muchos de sus habitantes perdían hasta hace una semana casi dos horas en llegar a sus trabajos en la zona alta de la capital, en autobuses ruinosos y contaminantes. Ahora, ese trayecto se ha reducido a 45 minutos gracias a la llegada del metro, una de las grandes apuestas del presidente, Ricardo Lagos. Ese contexto fue el elegido por el candidato centroderechista, Sebastián Piñera (RN), para realizar su penúltimo acto de campaña de las elecciones presidenciales del domingo. La noche del miércoles, en una polvorienta plaza, el Berlusconi chileno hacía un discurso populista de apenas cinco minutos, prometiendo acabar con todos los males del país, al estilo de un predicador. Los chillidos y aplausos de los asistentes al acto se amplificaron cuando apareció en el escenario Miguel Negro Piñera, el hermano cantante y bohemio del multimillonario candidato, que ha financiado su carrera musical. El Negro se pasea habitualmente por los programas de la telebasura chilena con su esposa, una rubia escultural que también estuvo en el escenario bailando y cantando el himno de la candidatura. La campaña acabó oficialmente anoche. Piñera, que según un estudio ha gastado más dinero que los otros tres presidenciables juntos, eligió otra población obrera de la metrópolis santiaguina, Maipú, para cerrar su carrera electoral. Por su parte, el candidato de la derecha pinochetista, Joaquín Lavín (UDI), concluyó su campaña en Concepción, situada a 500 kilómetros de Santiago, tras celebrar su acto central el miércoles en el Estadio Nacional de la capital. Mucho mejor organizado que su rival conservador, Lavín, miembro del Opus Dei, se encomendó a Dios -junto a su esposa y sus siete hijos- para acabar dando por hecho que pasará a la segunda vuelta venciendo a Piñera y contradiciendo la última encuesta. Jornada de luto Pero nadie discute que la más votada el domingo será la socialista Michelle Bachelet, aunque se dé por hecha una segunda vuelta -al no lograr la mayoría absoluta-, a celebrar el 14 de enero. Bachelet suspendió sus actos de final de campaña como consecuencia del accidente de un autobús de las Juventudes Socialistas donde murieron cinco personas. Su único acto de ayer fue un homenaje a esas víctimas. El cuarto candidato, Tomás Hirsch (Juntos Podemos Más), finalizó su campaña en Pedro Aguirre Cerda, municipio obrero cercano a Santiago, donde el Partido Comunista (PC) suele recibir buenos apoyos. Los votos de la coalición -que recuerda a Izquierda Unida y está formada básicamente por el PC y el Partido Humanista, aunque no tiene probabilidades de pasar a la segunda vuelta- serán decisivos para que Bachelet se convierta en presidenta de Chile.