Cuatro turistas coruñeses, en el ojo del huracán de México

Ignacio G. Rodríguez A CORUÑA

INTERNACIONAL

OMAR TORRES

«Parecía el apocalipsis, había rayos por todas partes», afirman

19 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

El viaje de placer que llevó a cuatro amigos coruñeses a México estuvo a punto de convertirse en todo lo contrario. Su estancia en un hotel de Playa del Carmen, en pleno corazón de la Riviera maya, coincidió con el paso del devastador huracán Emily por el Caribe mexicano. Los cuatro gallegos habían llegado el viernes por la noche a uno de los hoteles que la cadena Riu tiene en la paradisíaca zona. Tras instalarse, pronto comprobaron que el personal del hotel se preparaba para aplicar un manual antihuracanes. Esta preparación se intensificó en la tarde del domingo. «El personal del hotel vació la piscina, ató los árboles de la zona y colocó una red en el tejado del hotel», recuerda Aleixo Díaz, uno de los coruñeses que vivió el paso del huracán. El día prometía otra jornada de playa, pero, a eso de las dos de la tarde, comenzó a nublarse el cielo. Cuatro horas más tarde, todos los huéspedes estaban en sus habitaciones, cuyas ventanas estaban tapadas por colchones. Ahí empezó el nerviosismo para los jóvenes gallegos, aunque lo peor estaba por llegar. A las dos de la mañana, un ruido enorme los sobresaltó. Aleixo Díaz apartó el colchón unos centímetros para ver lo que estaba pasando fuera. «Parecía el apocalipsis, los rayos se veían por todas partes, y casi no había árboles que se mantuvieran en pie». Poco después, el agua empezó a entrar en su habitación por debajo de la puerta. Tareas de limpieza A las 6.30 horas, los coruñeses salieron de la habitación, casi sin haber dormido. El panorama era desolador. «Estaba todo revuelto, y los restos de todo lo que había arrasado el huracán estaban por todas partes». Todos los huéspedes se pusieron a ayudar en las tareas de limpieza. La cadena hotelera informó que sus ocho establecimientos del Caribe mexicano estarán plenamente operativos a partir de mañana. Sin embargo, para Díaz y sus cuatro amigos, al viaje todavía le quedan días, puesto que volverán el sábado a España. Durante su paso por el Caribe y México, el huracán Emily causó la muerte de, al menos, ocho personas. Según el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU., el ciclón podría llegar en la madrugada de hoy al nordeste de México. Los expertos suponen que seguirá intensificándose hasta alcanzar velocidades de casi 180 kilómetros por hora. La costa baja de Texas se encuentra ya bajo alerta de huracán. Ayer, más de 4.000 personas fueron evacuadas en el estado mexicano de Tamaulipas, en la frontera con Estados Unidos, ante la llegada de Emily, en lo que supuso el segundo ataque del ciclón en territorio mexicano, tras su paso por la península de Yucatán. El presidente Vicente Fox anunció ayer un programa de ayuda a los damnificados.