Toda la oposición exige a Aznar que no apoye una guerra desproporcionada

E. Clemente | G. Bareño MADRID

INTERNACIONAL

Protesta de los actores en el Congreso | TVE

Zapatero se opone a una nueva resolución del Consejo de Seguridad que no dé tiempo a los inspectores El presidente aboga por limitar a «semanas» el plazo dado a Sadam Huseín

05 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

José María Aznar se quedó ayer solo en el Congreso en su defensa del previsible ataque militar de EE.?UU. contra Irak. La oposición en pleno le pidió que rechace una guerra desproporcionada y motivada por el seguidismo a Estados Unidos, y que apoye una prórroga de la misión de los inspectores de la ONU. Aznar dio por hecho que Sadam Huseín tiene vínculos con Al Qaida y armas de destrucción masiva. Además, comparó al dictador iraquí con Hitler y dijo que su régimen supone una amenaza similar a la que representó el nazismo. Aunque la resolución 1.441 era ya «la última oportunidad» para Sadam, el presidente del Gobierno estimó «deseable» un nuevo texto del Consejo de Seguridad para atacar a Irak y mantener el consenso internacional. Pero añadió que a Sadam no se le pueden dar años ni meses sino un plazo de «semanas» para que cumpla con las exigencias de la ONU. Aznar aseguró que Sadam tiene relaciones con diversos grupos terroristas y concretamente con la organización de Bin Laden. Para confirmarlo citó el caso del responsable de Al Qaida Abu Musa al Zarkawi (que citó Powell en la ONU). Además, afirmó que existe el riesgo de que las armas de destrucción masiva lleguen a manos de grupos terroristas, y recordó las últimas detenciones en España y el Reino Unido. Pero el momento culminante de su intervención fue cuando advirtió a Irak que no acepta «amenazas de ningún tipo, y menos terroristas». El día anterior, el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, había dicho a la plataforma de mujeres artistas españolas en Bagdad que la guerra traería consigo una «extensión del terrorismo» que afectaría a España. Por su parte, José Luis Rodríguez Zapatero no sólo mostró su negativa a una intervención armada contra Irak -basada en un «rosario de sospechas», que no de pruebas-, sino que incluso se opuso a una nueva resolución del Consejo de Seguridad que permita la ofensiva sin dar todo el tiempo que necesitan los inspectores de las Naciones Unidas. «Lo que diga Bush» El líder del PSOE, que al final habló el mismo tiempo que Aznar, al excederse de los quince minutos -algo que le reprochó Luisa Fernanda Rudi-, resumió la política de éste en la crisis con una frase: «Lo que diga Bush». Asimismo, le recordó que ha ido cambiando de opinión; primero dijo que la resolución 1.441 permitía un ataque y, más tarde, cuando Blair aconsejó a Bush que hubiera un nuevo texto del Consejo de Seguridad, se apuntó a esa tesis. Zapatero citó el documento suscrito por 41 premios Nobel, a Carter, Clinton, e incluso al Papa y a Rouco para apoyar sus argumentos antibelicistas, al tiempo que elogiaba a Francia y Alemania. Para él, no existen pruebas de que Irak sea una amenaza inminente, por lo que una guerra es desproporcionada e injusta. Además, recordó, que la ONU no permite el «cambio de régimen» en Bagdad, ni la ocupación militar ni las matanzas de civiles, tan sólo el desarme. Algo que pueden hacer mejor los inspectores. «Mi posición no es de oposición al Gobierno, -dijo- sino al uso de la fuerza». Su discurso fue un alegato contra la política exterior del Gobierno y su autoritarismo. «No hay nada más antipatriota que la sumisión», terminó.