El atentado de ayer en la isla indonesia de Bali deja un saldo de 187 muertos

COLPISA / EP YAKARTA/SYDNEY

INTERNACIONAL

EFE

El sangriento atentado cometido en la noche del pasado sábado en la turística isla indonesia de Bali -y que dejó al menos 187 vítimas mortales- fue perpetrado mediante la explosión de un coche bomba, según indicó este domingo un portavoz de la Policía en Yakarta.

12 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Al menos 187 personas murieron y otras 309 resultaron heridas, 90 de ellas muy graves, en el atentado con bomba perpetrado ayer en Bali (Indonesia), según un nuevo balance médico. Una voluntaria del hospital Sanglah en la ciudad de Denpasar, capital regional, facilitó este nuevo balance a la prensa 25 horas después de que la explosión de un coche bomba produjera una terrible carnicería en una zona de bares y discotecas cercana a la playa de Kuta y muy frecuentada por turistas. El primer ministro australiano, John Howard, calificó el atentado como un 'ataque bárbaro' y, aunque todavía no se conoce el número exacto de ciudadanos australianos fallecidos, pidió a la nación que se prepare para asumir la existencia de áun número significativo' de australianos entre las víctimas mortales. 'Sé que hablo por todos los australianos al expresar la rabia, la tristeza y el horror por lo sucedido anoche en Bali', explicó Howard a la prensa desde Sidney. 'La guerra contra el terrorismo debe proseguir con la misma fuerza y con un compromiso incondicional', añadió. 'Puede pasar aquí' El primer ministro australiano también indicó que mañana, lunes, convocará una reunión urgente del Comité de Seguridad Nacional para revisar los planes de contingencia destinados a proteger las fronteras australianas de un posible ataque terrorista, y recordó que Australia no es inmune a este tipo de ataques: 'La gente debe quitarse de la cabeza que esto no puede pasar aquí; puede, y ha pasado en la puerta de casa'. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores australiano, Alexander Downer, afirmó que al menos 40 australianos se encontraban en diversos hospitales, y que 15 se encuentran heridos de gravedad. Asimismo, señaló que 'es casi seguro que hayan muerto varios australianos'. Las barras del Sari Club y del Padi bar, en el distrito de Kuta, se encontraban abarrotadas de australianos, muchos de ellos futbolistas que disfrutaban de sus vacaciones tras el final de la temporada, cuando se produjo la explosión, causada por un coche bomba, según informó el portavoz de la Policía, Saleh Saaf, en una rueda de prensa. Últimas cifras El número de víctimas mortales hasta el momento se eleva a 182, y 132 personas han resultado heridas, muchas de ellas de gravedad, según el último saldo provisional ofrecido por la presidenta indonesia, Megawati Sukarnoputri, quien hoy mismo se trasladará a la isla. Sin embargo, los medios de comunicación australianos e indonesios sugieren que el número de heridos podría ascender hasta los 250. El Gobierno australiano anunció el envío de un avión de sus Fuerzas Armadas para atender y evacuar a las víctimas australianas, y la compañía aérea Qantas ha puesto en marcha vuelos especiales para trasladar a los ciudadanos de este país. Entre las víctimas, además de australianos, podría haber suizos, alemanes, franceses, neozelandeses, suecos, estadounidenses e italianos. El Foreign Office británico es el único Ministerio de Asuntos Exteriores que ha confirmado la muerte de al menos un ciudadano británico. Sin reivindicación Este ataque, que hasta el momento no ha sido reivindicado por ningún grupo, se produce pocas semanas después de que Estados Unidos volviese a abrir sus misiones diplomáticas en Indonesia tras el cierre que siguió a las conmemoraciones del 11-S, por miedo a nuevos ataques de la red terrorista Al Qaida. Cerca de 125 víctimas fueron trasladadas en ferry al hospital de Sanglah y a otros centros en la capital de Bali, Denpasar (sur), y fuentes hospitalarias señalaron que la mayoría de los cadáveres pertenecían a extranjeros. Segundo incidente Un segundo incidente, que no causó víctimas, se produjo a tan sólo 250 metros del consulado estadounidense en el barrio de Renon, en Denpasar, según un portavoz de la Policía de Bali, quien explicó que se trató de una bomba de fabricación casera. La isla de Bali es un centro turístico muy apreciado por europeos, australianos y estadounidenses, y hasta el momento había evitado las repetidas crisis que ha vivido Indonesia desde la caída de Suharto. Estados Unidos ha repetido en varias ocasiones durante los últimos meses sus temores de que en Indonesia, el país con mayor población musulmana, operen numerosos simpatizantes de la red terrorista Al Qaida. Estas afirmaciones fueron negadas por las autoridades indonesias hasta el mes pasado, cuando fuentes militares indonesias se vieron obligadas a reconocer la existencia de varios grupos de dicha organización terrorista en el país. El pasado jueves, el Departamento de Estado norteamericano advirtió a sus representaciones en el extranjero y al Gobierno de Yakarta sobre la posibilidad de un ataque de Al Qaida. Ataque en Manado Horas antes de los incidentes de Bali y Denpasar se produjo un tercer atentado terrorista en Indonesia, una explosión que no causó víctimas pero sí daños materiales en la verja de la entrada y las ventanas del consulado filipino en Manadó, en las indonesias islas de las Célebes. 'Este acto irresponsable de terrorismo es simplemente intolerable y está destinado a desacreditar al Gobierno de Indonesia', declaró el portavoz de la embajada indonesia en Manila, Triyogo Jatmiko. Este portavoz señaló también que se trata del primer atentado contra intereses extranjeros en Manado, ubicada al extremo norte de la isla de las Célebes, justo al sur de la gran isla filipina de Mindanao.