Pakistán prueba un misil capaz de llevar cabezas nucleares para intimidar a India

RAFAEL M. MAÑUECO MOSCÚ

INTERNACIONAL

MOHSIN ALÍ

El Gobierno de Nueva Delhi aseguró no estar «impresionado» por el éxito del ensayo En medio de la alarma y estupefacción general, Pakistán efectuó ayer con éxito una prueba con un misil «Ghauri-Hataf 5», diseñado para ser equipado con cargas convencionales o atómicas y capaz de alcanzar objetivos a 1.500 kilómetros de distancia, como por ejemplo ciudades de India.

25 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

La experiencia, una evidente demostración de fuerza ante Nueva Delhi, tiene lugar después de nueve días de sangrientos enfrentamientos entre tropas de ambos países en la frontera que separa las dos Cachemiras. Sin embargo, India aseguró no estar «impresionado» por la primera de la serie de pruebas balísticas de Islamabad. «Quiero dar gracias a Dios por este éxito y felicitar a los científicos paquistaníes que han hecho posible la fabricación de este misil nuestro», declaró ayer el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, inmediatamente después de que el cohete alcanzara el blanco establecido. Musharraf afirmó que su país, dotado de armas nucleares al igual que India, «no quiere la guerra pero no la teme». «Estamos preparados para luchar», añadió. Por su parte, el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, dijo no tomarse en serio el experimento realizado por Pakistán. Un comunicado del Gobierno indio agregó que el lanzamiento del misil paquistaní no ha causado una gran impresión en Nueva Delhi. Esas palabras fueron después contestadas por el presidente paquistaní, quien manifestó que «no queremos impresionarles. Queremos defender nuestro país». La prueba balística llevado a cabo ayer constituye la primera de toda una serie de lanzamientos que continuarán repitiéndose de aquí al próximo martes. Islamabad ya notificó con antelación a Nueva Delhi su intención de efectuar los disparos. Nuevo enfrentamiento Un nuevo enfrentamiento entre guerrilleros separatistas y policías y militares indios, esta vez en el distrito de Rajuri, situado a 150 kilómetros de Yamu, se saldó con siete muertos. Los rebeldes fueron sorprendidos por las fuerzas indias en uno de sus escondrijos. Como consecuencia del tiroteo, perdieron la vida cinco milicianos islámicos así como un policía y un soldado indios. No obstante, hubo numerosos guerrilleros que lograron escapar. India sostiene que Pakistán protege y financia a los separatistas cachemires, acusaciones que Islamabad rechaza. El pasado diciembre, los extremistas musulmanes atacaron el Parlamento federal indio causando una docena de muertos. También entonces hubo cruce de amenazas y pruebas de misiles pero la tensión remitió. La confrontación ha vuelto a situarse en cotas peligrosas después de que, el pasado día 14, un comando suicida islámico atacara un autobús y un cuartel indio cerca de la ciudad de Yamu, provocando 35 muertos, en su mayoría familiares de los militares.