«La dimisión absurda de Guterres creó confusión»

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INTERNACIONAL

Raúl Morodo, ex-embajador español en Lisboa Europa está de moda. Pero no siempre fue así. Hace unos años, al ferrolano Raúl Morodo, esa palabra le costó un mes en la cárcel. Su tesis doctoral la citaba demasiadas veces y la policía se incautó de su investigación. Secretario general del PSP de Tierno Galván, diputado en las Cortes Constituyentes, catedrático de Constitucional, también fue embajador de España en Portugal (1995-99), país al que vuelve siempre que puede. El domingo no faltará a la cita en Lisboa, en la casa del ex-presidente Mario Soares.

14 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Portugal celebra el domingo elecciones legislativas. El Partido Socialista (PS) está en retroceso, el candidato del Partido Socialdemócrata (PSD) carece de gancho y el Partido Popular juega a ser bisagra. -¿Qué ha hecho mal el socialismo portugués para aventurarse un descenso en las urnas? ¿Es un mal común en Europa? -La tendencia general en Europa hacia la derecha viene motivada por Estados Unidos. No quiere decir que Portugal vaya a una posición de centro-derecha. El año pasado hubo desgaste de Gobierno y, sobre todo, la dimisión absurda del primer ministro creó confusión en la opinión pública, junto a una situación económica que no está bien. La gente está cansada y quiere cambio. -¿Cómo se interpretaría un empate técnico? -Las encuestas y la opinión generalizada es que en los últimos meses y, sobre todo a raíz de la dimisión de Guterres (primer ministro), ha habido una penalización y no se sabe en qué medida continuará el domingo. Posiblemente, ganará el PSD. Lo que no se sabe es si por mayoría absoluta, y puede haber un empate. Pero el PS está subiendo y lo importante es ver qué estabilidad se forma si no hay mayoría. -¿El PP sería bisagra? -En la derecha, el CDS-PP es una democracia cristiana más populista, que sociológicamente se podría entender mejor con el PSD en coalición o apoyo parlamentario, pero entre ellos hay diferencias muy claras. No es una coalición natural. No la ha habido en Lisboa. Por otra parte, PC y Bloco, que son de izquierdas, pueden restar votos al PS. -¿La falta de competitividad de las empresas lusas beneficia a España? -No necesariamente. La economía portuguesa ha crecido mucho pero le falta competitividad y productividad, que son factores históricos y lleva tiempo resolverlos. La actividad de ambos es más complementaria que competitiva. -¿Cómo pueden afectar los resultados electorales a las relaciones con España? -No cambiará nada tanto si sale un gobierno de centroderecha como centroizquierda. La relación es muy buena. -¿Cuál es su recuerdo más entrañable de Portugal? -Sigo yendo con frecuencia. Tengo muy buenas relaciones con los dos grandes partidos (PS y PSD) e hijos casados con portuguesas. -¿Y el más crítico? -En mi etapa no hubo tensiones. Llevé a cabo una labor de acercamiento al mundo económico y cultural, siempre buscando eliminar distancias entre ambos países. -¿Qué opina del alejamiento de los académicos de la vida diplomática que ha hecho el Gobierno Aznar? -Los embajadores siempre se nombran con criterio político. Ahora tampoco los hay del mundo empresarial ni cultural. El PP ha optado por el corporativismo. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En países como Marruecos, Cuba o Portugal es importante que un embajador no sea funcionario sino que conozca el medio. Siempre es más libre, más independiente y más abierto.