Bush llega a Londres entre la polémica por su defensa antimisiles y el cambio climático

MANUEL ALLENDE Corresponsal LONDRES.

INTERNACIONAL

19 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pasó ayer en Inglaterra la primera etapa de su gira europea en la que asistirá a la cumbre del G-8 en Génova (Italia), y visitará Kosovo. El tiempo británico fue menos hospitalario que sus políticos y la familia real. La lluvia y las bajas temperaturas no impideron a Bush visitar el Museo Británico y el palacio de Buckingham, donde almorzó con la Reina de Inglaterra y pasó revista a la guardia con el Duque de Edimburgo. Bush, acompañado de su esposa Laura y su hija Bárbara, agradeció a la soberana británica su hospitalidad, aunque en las verjas del palacio real varias docenas de simpatizantes de Greenpeace se manifestaron en contra del proyecto estadounidense de defensa antimisiles. Uno de los manifestantes, Bruce Friedrick, rompió el cerco policial y se acercó al vehículo en el que viajaba Bush. Miembros de la Campaña contra los Cambios Climáticos también se concentraron en Trafalgar Square, Londres, con motivo de la presencia de Bush. Por la tarde, Bush se acercó hasta la residencia del primer ministro británico Tony Blair en Chequers, en donde trataron aspectos sobre la cumbre de Génova, el cambio climático y el proyecto de la Guerra de las Galaxias. Blair fue muy criticado en Inglaterra por sus flirteos con el plan defensivo de Bush. El miércoles, indicó en Westminster que «lo que importa es que Estados Unidos ha reconocido que es importante poner fin a la emisión de gases», en un intento por desviar la atención del plan defensivo.