Milosevic dice que el Tribunal de La Haya es ilegal y que sus cargos son falsos

E. M. / A. A. BERLÍN / A CORUÑA

INTERNACIONAL

«Ese es su problema». De forma terminante, sin dar muestra de ser un hombre acabado y sólo con esas cuatro palabras, el ex-presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, obtuvo ayer una breve y simbólica victoria ante el Tribunal de La Haya, al desconcertar con su respuesta al juez británico Richard May, que se vio obligado a suspender brevemente la primera audiencia.

03 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Slobodan Milosevic, tranquilo, frío y desafiante, empleó una estrategia para descalificar la autoridad del tribunal y denunciar que es un organismo al servicio de Occidente. «Yo considero que este tribunal es un falso tribunal y los cargos en mi contra son también falsos. Este tribunal es ilegal porque no ha sido designado por la Asamblea General de la ONU; por lo tanto, no tengo necesidad de designar a un abogado para que me defienda ante un tribunal ilegal», dijo. Milosevic utilizó el inglés para justificar su decisión de comparecer sin un abogado. «El objetivo de este tribunal es producir falsas justificaciones de los crímenes de guerra cometidos por la OTAN en Yugoslavia», insistió Milosevic, esta vez en serbio. «El objetivo de este tribunal es justificar los crímenes cometidos en Yugoslavia; por eso considero que este tribunal es falso e ilegítimo», insistió con voz firme, ante Carla del Ponte, que parecía incómoda y nerviosa. «Señor Milosevic, éste no es el momento para discursos. Usted ya tendrá ocasión para explicarse en el momento oportuno», dijo el juez, antes de dar por finalizada la histórica sesión, que duró sólo trece minutos, y anunciar que la próxima se celebraría en la semana que comienza el 27 de agosto. Milosevic vistió para la ocasión un traje oscuro, una camisa blanca y una corbata de rayas roja, blanca y azul, los colores de la bandera yugoslava. En varias capitales europeas se comenta que el testimonio de Milosevic puede causarle problemas a sus enemigos en Belgrado y en Occidente. Los críticos de la intervención aliada aún recuerdan que la mayor parte de los crímenes que se le imputan a Milosevic fueron cometidos después de que la OTAN iniciara sus ataques.