Gore y Bush se enfrentaron en su primer debate decisivo

JAIME MEILÁN Corresponsal NUEVA YORK.

INTERNACIONAL

PAUL J. RICHARDS / AFP

Estaba previsto que 75 millones de estadounidenses siguiesen el cara a cara La carrera hacia la Casa Blanca alcanzó el que podrá ser su punto crucial. Tras más de un año de campaña, George Bush y Al Gore se encuentran, según los sondeos, en un empate virtual. Y los dos candidatos verán en gran medida decidida su suerte según el resultado del debate que celebraron anoche (madrugada de hoy en España) en Boston. Las estimaciones previas cifraban en unos 75 millones los estadounidenses que seguirían el enfrentamiento televisado.

03 oct 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Ninguna contienda electoral desde 1960 _cuando se vieron las caras John Fitzgerald Kennedy y Richard Nixon_ ha estado tan reñida como la que ahora protagonizan Gore y Bush. Los norteamericanos se hallan divididos ante las opciones representadas por el demócrata y el republicano. Los indecisos, en torno al 5% del electorado, serán los que decidan quién se lleva el gato al agua el 7 de noviembre. Este grupo sería precisamente el que estaría anoche (el debate comenzó a las 2.30, hora española de hoy) en el punto de mira de los dos candidatos. Los analistas auguraban que Gore lucharía por demostrar su altura intelectual, pero sin caer en la pedantería. Bush, por revelarse como algo más que una sonrisa amable, y por echar por tierra las críticas que le acusan de carecer de la preparación necesaria. El primero de los tres debates previstos es visto como decisivo. Hasta ahora, los contendientes apenas han contado con los breves segmentos de rigor en los informativos diarios. Anoche dispusieron de 90 minutos, retransmitidos por los principales de televisión, para intentar alcanzar el corazón de los votantes. El formato del enfrentamiento proporcionaría dos minutos por candidato para responder a cada pregunta a él dirigida por el moderador, el veterano periodista Jim Leher, de la cadena pública de televisión PBS. Cada contestación sería seguida de un minuto para que el contrario contraatacara. Y finalmente de otros dos minutos por cabeza para que hicieran su declaración final. Una moneda decidió que Gore contestará la primera pregunta de la velada.