Hace unos días, el primer ministro británico, Tony Blair, negó que este año se pueda considerar como su annus horribilis, tras los escándalos políticos, su descenso en popularidad y sus problemas familiares venteados por el mundo.
17 jul 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Sin embargo, ayer se confirmó que efectivamente Blair considera éste su annus horribilis a tenor de un informe escrito por él mismo en mayo _poco antes del desastroso resultado de los comicios municipales_ que fue filtrado el domingo a la prensa. El informe Temas claves, dirigido a su Gabinete, viene a decir entre otras cosas que él y su Gobierno han perdido el norte en temas de enorme importancia para la sociedad británica como son la seguridad, la justicia, la familia, la defensa y el asilo político. Considera además que la imagen que ofrecen al electorado es blanda y débil, por lo que pedía más dureza para contrarrestar la ofensiva conservadora del líder tory, William Hague. La prensa conservadora se regocijaba ayer en presentar la imagen del primer ministro, que trascendía de la lectura del informe, como un hombre preocupado por la imagen que ofrece y superado por las circunstancias de la vida política. Blair tiene un sinfín de problemas que resolver en el 10 de Downing Street, desde cómo se filtran informes privados a la prensa _es evidente que existe un topo en lo más alto del Gabinete_ hasta la manera en la que cumplir como padre. El primer ministro se queja de que su Gobierno es visto como un ejecutivo antifamilia, algo que «resulta ridículo», indica en el informe filtrado. «Todo esto me hace pensar que el Gobierno ha perdido el contacto con la realidad, y esto también se puede aplicar a mí», resume Tony Blair.