100 días después de su boda, ¿encaja Meghan realmente en la familia real británica?

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CLODAGH KILCOYNE | reuters

La esposa del príncipe Harry tiene un grave problema: su padre

25 ago 2018 . Actualizado a las 17:44 h.

El 19 de mayo fue un día soleado. La novia estaba guapísima y el príncipe, visiblemente emocionado. Todo transcurrió según lo previsto. Cien días después, la mayoría de los británicos están convencidos: la duquesa de Sussex encaja perfectamente en la Casa Real inglesa. Solo hay un contratiempo: su padre. Su lengua suelta. Su simpatía por revelar asuntos privados y familiares de los Markle.

Según el diario Daily Mirror, ya se han celebrado varias reuniones de crisis al más alto nivel por este motivo. ¿Cómo poner coto al estadounidense de 74 años? En las entrevistas se queja de que desde el enlace real el contacto con su hija es nulo -«El número de teléfono al que la llamé ya no funciona», dijo al Sun.-, y no es raro escucharle hablar en televisión de las opiniones de Harry sobre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sobre el brexit, un tema tabú porque la familia real nunca toma partido con respecto a temas políticos. En una ocasión comentó que seguramente la princesa Diana, madre de Harry fallecida hace 21 años, estaría indignada con la manera en la que le han excluido de la familia real y, en medios estadounidense, incluso se atrevió a reclamar un encuentro con la reina. «Si la reina está dispuesta a reunirse con nuestro presidente (Donald Trump) arrogante, ignorante e insensible, no tiene excusa para no reunirse conmigo», dijo a la web de noticias del espectáculo TMZ.com. «No soy ni por asomo tan terrible».

El jubilado Markle, que vive la mayor parte del tiempo en México, iba a llevar a su hija al altar. Sin embargo, argumentó problemas cardíacos y el suegro de Meghan, el príncipe Carlos, ocupó su lugar. Poco antes se había sabido que Thomas Markle quería sacar tajada económica vendiendo posados. Y no ha sido el único familiar de Meghan que ha generado titulares negativos: su medio hermana Samantha, que no fue invitada al enlace, y su tío se han cansado de hablar mal de ella.

La única familiar de Meghan presente en la boda fue su madre Doria Ragland, de 61 años. Ambas tienen una relación muy estrecha. Elegante y discreta, Ragland, que estuvo casada con Thomas Markle durante seis años, nunca ha hecho comentarios fuera de lugar público. Según medios estadounidenses, poco antes de la boda de Meghan renunció a su empleo como trabajadora social en una clínica en Los Angeles para independizarse.

HANNAH MCKAY | reuters

Pero más allá de los disgustos que le da el padre, ¿encaja Meghan realmente en la familia real? La joven seguramente convenció a muchos de los que dudaban con sus apariciones en público en las últimas semanas. Aporta aire fresco a la Casa Real, consideran algunos analistas. Marca tendencia en moda y fue nombrada hace poco por la revista Tatler una de los 30 británicos mejor vestidos, al igual que la reina. Con la soberana de 92 años Meghan parece llevarse bien: en su primera aparición pública conjunta, las dos se mostraron de excelente humor.

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Quien visite la residencia del príncipe Carlos y Camilla, Clarence House, en Londres, en la que en agosto se abren al público algunas habitaciones, puede ver fotos de Meghan entre las familiares. En general, la duquesa de Sussex se muestra muy profesional en sus citas oficiales; seguramente le viene bien en ese sentido su antigua profesión de actriz (Suits). Claro que también aporta sorpresas una y otra vez. Cuando a fines de julio felicitó a Harry y sus compañeros en un torneo de polo, le dio a su marido un beso en la boca en público.

La pregunta que se plantea ahora es: ¿Cuándo llegará la descendencia? Meghan, que vive con Harry en el recinto del Palacio de Kensington, ya tiene 37 años. El príncipe Guillermo y Kate (ambos de 36), que viven al lado, fueron padres por tercera vez en abril pasado. Pero Harry, de 33, y Meghan parecen tener otros planes por el momento. En los próximos meses viajarán a Australia, Nueva Zelanda, Tonga y Fiyi. En Sydney visitarán en octubre los Invictus Games para soldados mutilados en la guerra, creados por Harry. Un embarazo complicaría este programa. Aunque también puede ser que Meghan vuelva a sorprender a todos.