«Salvados» denuncia las condiciones en las granjas de la industria cárnica y El Pozo los acusa de «capciosos»

S. C.

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Jordi Évole se cuela en una granja para mostrar las terribles condiciones en las que viven los animales

05 feb 2018 . Actualizado a las 14:04 h.

En el programa de este domingo, Jordi Évole hizo honor al apodo que le llevó a la fama hace unos años. El follonero se enfrentó en el Salvados de este domingo a la industria cárnica española con un reportaje en el que las imágenes casi hablaron por sí solas. Stranger Pigs, un título fruto de un juego de palabras con la serie de Netflix Stranger Things, mostró todo lo que se mueve detrás de la que ya es la cuarta industria a nivel económico en España.

Salvados puso en jaque al mercado cárnico porcino con unas comprometidas imágenes que ponen en duda la sostenibilidad de una industria altamente perjudicial para el medioambiente, para la salud pública y sobre todo para los animales y los trabajadores.

Según los datos de Salvados, en España se sacrifican 47 millones de cerdos al año, tantos como habitantes pueblan nuestro país; un dato que nos permite entender las cifras que mueve el sector. A las terribles condiciones en las que viven muchos de los animales (hacinados, desnutridos y enfermos) se suma la situación de precariedad de los trabajadores: «En estas empresas vale más el cerdo que va colgado que el propio trabajador».

El equipo de Salvados, harto de encontrarse con un no rotundo por parte de las granjas para conocer la realidad de primera mano, optó por colarse en una de ellas de la mano de la oenegé Igualdad Animal. Esta asociación lleva una década entrando de manera clandestina en recintos de toda España para denunciar lo que la industria intenta ocultar. 

«Por aquí no ha pasado un veterinario en la vida», explica uno de los entrevistados a Évole, que resumió todo lo emitido en la noche del domingo con una sola frase: «Este reportaje no dejará indiferente a nadie».

Tras el revuelo generado por la emisión de unas imágenes bastante incómodas a la vista, uno de los primeros en reaccionar ha sido El Pozo, empresa vinculada a una de las polémicas granjas captadas por las cámaras de Salvados. En un comunicado emitido pocos minutos después del programa, la compañía murciana acusa a Évole de «capcioso» y asegura que «las imágenes grabadas corresponden a un área de recuperación sanitaria, es decir, que son animales que tienen algún tipo de malformación o enfermedad de nacimiento, que deben vigilarse para controlar su evolución y mejora y, si no se produce, llevar a cabo su sacrificio sanitario».

Además, la compañía cárnica asegura que estos animales «jamás entrarían en la cadena de producción de El Pozo. Los controles estipulados por la legislación española y por la propia empresa hacen inviable esta posibilidad». «Los veterinarios oficiales de la Administración que realizan su labor en nuestra compañía, así como en todas las industrias del sector, inspeccionan permanentemente todos los animales que llegan a las instalaciones, antes y después de su sacrificio, y velan por el cumplimiento riguroso de las normas de seguridad alimentaria», añaden.