A. Robles
Asun Casasola ha sido muy clara. La madre de Nagore Laffage, una estudiante de enfermería asesinada en los Sanfermines del 2008, ha pedido que «haya justicia» en el juicio de La Manada y ruega que se «crea y no se cuestione» a la denunciante. «No podemos estar cuestionando todo por ser simplemente mujer», aseguraba Casasola, que estos días ha vuelto a revivir el tormento que su hija tuvo que soportar hace ya diez años.
El juicio a La Manada ha vuelto a colocar en el ojo de la actualidad el caso de Nagore Laffage, una joven enfermera asesinada en el 2008 durante la celebración grande de Pamplona. La joven de 20 años era estudiante de segundo curso de Enfermería y realizaba prácticas en el mismo centro sanitario que su asesino, José Diego Yllanes Vizcay, un hombre de 27 años que en el momento de los hechos se encontraba estudiando cuarto de medicina en la especialidad de Psiquiatría.