Regresa «Operación Triunfo» con una cuestionada gala llena de «catastróficas actuaciones» y ¿un nuevo Risto?

C. Barbería

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Los tres aspirantes gallegos acceden a la Academia. Despunta Miriam, la joven de Pontedeume. «Tú eres artista de los pies a la cabeza», le soltó Mónica Naranjo

24 oct 2017 . Actualizado a las 14:49 h.

Al fin, los nostálgicos pudieron rememorar éxitos pasados con uno de los estrenos más esperados de la temporada. Operación Triunfo 2017 regresó anoche a TVE con una gala de más de tres horas que no dejó a nadie indiferente, ya sea por los fallos técnicos, los nervios y los gallos que acompañaron a las actuaciones, como por los comentarios de Noemí Galera, nueva directora de la Academia, que llegó a hablar de «catastróficas actuaciones», o de Joe Pérez-Orive, el miembro del jurado que ya apunta maneras y al que le ha colgado el San Benito de «nuevo Risto». Roberto Leal, maestro de ceremonias, estuvo natural y espontáneo, aunque tenso por momentos. Se lo recordó en plató Rosa López, invitada especial de la noche. El presentador no pudo reprimir la risa ante el consejo de la andaluza de que se «quitara el palito» (los nervios) cuanto antes.

El talent show lideró la noche con un 19 % de cuota de pantalla y más de 2,5 millones de espectadores, superando al lanzamiento de OT en el 2011 en Telecinco. 

Miriam, Luis y Roi, los tres aspirantes gallegos, firmaron, además, unas meritorias actuaciones, que les sirvieron para formar parte de la nueva generación de voces de Operación Triunfo. De los 18 aspirantes, dos quedaron eliminados anoche y ya no pudieron entrar en la Academia.

De entre los gallegos destacó, sobre todo, Miriam Rodríguez, cantante y actriz nacida en Pontedeume, que, tras enganchar al público con un vídeo en el que mostraba su lado más sentimental y certificaba que su máximo sueño era entrar en Operación Triunfo, emocionó al jurado con su interpretación del tema No te pude retener de Vanesa Martín. Mónica Naranjo, uno de los tres miembros del jurado, no dudó: «Tú eres artista de los pies a la cabeza, eres la más aventajada de los cuatro (primeros concursantes). No sé qué tienes que hacer estos próximos meses, bienvenida».

También se metió en el bolsillo al público el compostelano Roi Méndez, de 24 años, integrante, hasta ahora, de la conocida orquesta Olympus. Y decimos hasta ahora porque, siga o no en la Academia, pudo comprometer (de broma) su continuidad en la orquesta. «Jefe, los rumores eran ciertos: estoy saliendo con mi compañera».

Así arrancó el gallego un vídeo de presentación en el que aclaraba que si los cantantes de la orquestas se relacionan entre sí, el jefe les descuenta 3.000 euros. «Esto solo lo puedo contar si entro porque tendría que dejar la orquesta, así que, jefe: los rumores eran ciertos». 

El compostelano, que también reveló que lo llamaban Millhouse en su anterior orquesta, «se creció en el escenario» (Mónica Naranjo dixit) y se quedó en la Academia con su enérgica interpretación de Don't worry de Madcon.

Luis Cepeda, el tercer concursante gallego de Operación Triufo, es un ourensano de 27 años, un ingeniero industrial que intentaba captar socios en una oenegé cantando y al que ya se le conocía por su pasado televisivo (participó en el 2015 en La Voz de Telecinco) y por ser sobrino de uno de los integrantes del grupo Desmadre 75, autor del archiconocido Saca el güisky Chely. 

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A Cepeda le tocó la valoración del implacable Joe Pérez-Orive: «Te he visto un poco inseguro y he visto cierto sufrimiento del pasado en tu actuación. ¿Tus padres están aquí? Seguro que ellos también han sufrido contigo y te piden cierta valentía». A continuación el «villano» del jurado fue menos tajante: «Tienes una voz rugosa bien bonita, que vamos a querer disfrutarla», le sosegó. 

«Estáis dentro a pesar de todo, maricones...»

El regreso de Operación Triunfo queda marcado por dos nombres propios: el de Noemí Galera, nueva directora de la Academia, y el de Joe Pérez-Orive, el miembro del jurado llamado a ser un «nuevo Risto» más suave. 

Galera hizo arder las redes con sus comentarios al recibir a los 16 concursantes finales en la Academia. Primero constató que «en general, habéis sido todos bastante catastróficos», achacando, eso sí, los fallos a los nervios e inseguridad de la primera gala. A continuación, les espetó «estáis dentro a pesar de todo, maricones... la madre que os parió. ¡Vamos ya!», un mensaje que, de nuevo, levantó cierta polvareda digital. 

Minutos antes también se había mostrado sin tapujos ante las valoraciones del jurado compuesto por Mónica Naranjo, Manuel Martos -hijo de Raphael y yerno de José Bono- y el propio Joe Pérez-Orive (a partir de la próxima gala habrá un cuarto miembro invitado cada semana): «Creo que no hemos visto la misma gala que el jurado», les espetó.

Joe Pérez-Orive, ¿el nuevo Risto?

En la primera gala, Joe Pérez-Orive, director de márketing de Live Nation Entertainment, se ha convertido, para algunos, en el villano del panel de jueces. Su porte serio, su tono formal y su media melenita pudo jugar contra él y, para muchos, ya es el Risto Mejide del 2017, a pesar de que sus comentarios no son tan ácidos como los del malo oficial del concurso producido por Gestmusic.

«Bajo nivel», actuaciones «flojas y desafinadas» o números que se les han ido «de las manos» fueron algunos de los suaves calificativos de Pérez Orive. A muchos usuarios tampoco les convenció: 

Más implacable fue anoche, y más indignación provocó en las redes, Mónica Naranjo  con un desafortunado comentario al valorar negativamente la actuación de Ricky, uno de los concursantes: «Me tenía que haber latido el corazón a mí y al resto de chicas». Un lenguaje, para muchos, poco inclusivo, sobre todo, viniendo de alguien tan apoyado por el colectivo LGTBI como es ella:

El pezón, la anécdota de la noche

Para muchos espectadores pasó desapercibido pero, anoche, además, de flojas actuaciones y muchos gallos, en plató también se pudo ver un pezón. Fue durante la actuación de Mónica Naranjo.

Una de las bailarinas se descuidó y las cámaras lo pillaron. Y de ahí, a las redes.